La Habana, Cuba. – Tras siglos de ataduras económicas ruinosas derivadas de la etapa colonial y la ulterior sujeción a entidades financieras gringo-hegemonistas, América Latina tiene una puerta abierta con el surgimiento del Nuevo Banco de Desarrollo del BRICS, que hoy preside la ex mandataria brasileña Dilma Rousseff.
En efecto, la citada asociación económica fundada por China, Rusia, Brasil, la India y Sudáfrica, y la potenciación de su entidad bancaria propia, abren un camino diferente e inédito en el universo financiero global que ya cuestiona y degrada las viejas y asimétricas prácticas de similares imperialistas como el Fondo Monetario Internacional, FMI.
Se trata de que el Banco del BRICS nada tiene que ver con intereses corporativos ni monopólicos, y sí con la equidad y el apoyo reales a los países menos favorecidos.
Una tónica diferente
Vale indicar que el Banco de Desarrollo del BRICS despertó desde muy temprano la ojeriza de los Estados Unidos y sus escuderos.
El hecho es que no solo cuestiona a las entidades financieras capitalistas que sustentan el dominio gringo global, sino que además su gestión en los últimos tiempos se ha multiplicado en el mundo subdesarrollado, gracias a sus cánones racionales y simétricos.
Así, entre 2021 y el 2022, se unieron al Banco del BRICS, varios países como Bangladesh, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Uruguay, Arabia Saudita y Zimbabue, mientras que otros muchos están por iniciar el proceso de inclusión.
Y es que el nuevo Banco potencia concluir con la dependencia global con respecto al dólar estadounidense y otras monedas exclusivistas.