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La Habana, Cuba. – Hace hoy 75 años, en el teatro Auditorium tuvo lugar la función inaugural del Ballet Alicia Alonso. Más que la consagración al talento personal, muchos eran entonces los sueños por propiciar el acceso del pueblo a una expresión artística, disfrutada apenas por una minoría.

En los albores de la Revolución, Fidel ofreció a Alicia y a Fernando Alonso todo el apoyo posible para la recomposición de la compañía, y el Ballet Nacional de Cuba desató un torbellino de creatividad hasta concretar la metodología de una escuela reconocida mundialmente.

Como dijo Alicia: supo cambiar un público por un pueblo. Y el arte del ballet se llevó a escenarios improvisados ante obreros, campesinos, soldados. Los fundadores, los maestros, levantaron una obra sólida.

La enseñanza artística nutre las filas de una compañía orgullosamente cubana.