Cuanto de turbio y desestabilizador ha acontecido en nuestra área geográfica en los últimos tiempos, refuerza los criterios en torno a la aplicación, a escala regional, de una estrategia derechista y hegemonista, para evitar el tránsito político de América Latina y el Caribe hacia gobiernos progresistas y populares.
¿Acaso Colombia, donde desde hace semanas se mata a la ciudadanía por la fuerza pública está en otra galaxia para Washington a la hora de su particular defensa de las prerrogativas ciudadanas? ¿Fueron o no la Casa Blanca y sus socios quienes auparon a Al Qaeda y al tenebroso Estado Islámico?
Hay un viejo refrán que explica que cada quien tiene lo que se merece. Y en el caso de Colombia, el gobierno del controvertido Iván Duque está cosechando por estos días y horas lo que él mismo propició y estimuló.
Que el candidato progresista Andrés Arauz resultara el más votado en las elecciones generales realizadas días atrás en Ecuador es un indicativo de las preferencias de la mayoría de los ecuatorianos
Cuando faltan pocos días para su salida del poder, Donald Trump hace esfuerzos por dejar una situación compleja a la nueva administración en las relaciones con Venezuela
Sin dudas el año que finaliza se clasifica como muy duro, en particular para América latina donde la Covid-19 junto a problemas económicos y sociales marcan un retroceso regional
Como se ha dicho más de una vez, la derecha y los poderes externos que le apoyan nunca serán una alternativa para dar respuesta coherente y positiva a las urgencias de nuestras naciones.
Noviembre marca para Bolivia la vuelta al gobierno del Movimiento al Socialismo, partido que liderado por Evo Morales condujo a Bolivia a convertirse en exponente destacado en materia de avance económico y social
A pesar de una Casa Blanca en especial hostil e injerencista, América Latina y el Caribe parecen imbuidos en una nueva ola de cambios políticos favorables a los sectores progresistas