En estos últimos días de intenso verano, las más de 400 playas que atesora nuestro país se convierten en lugares propicios para la sana recreación.
Sin embargo, muchas de ellas no reúnen las condiciones adecuadas por la suciedad que acumulan tanto en el agua como en la arena, culpa que en gran medida la tienen los visitantes.
Ser respetuosos con el entorno, no verter líquidos contaminantes en el mar y recoger nuestra basura son algunas de las pautas a tener en cuenta para mantener las playas de nuestro litoral limpias y bien conservadas.
Si fumas, guarda las colillas en un recipiente que no sea inflamable y puedas llevar a casa, pues ellas no son biodegradables y pueden permanecer hasta 2 años en las playas.
Lo que puedes hacer
Las playas son entornos naturales muy delicados cuya conservación depende en gran parte del comportamiento de sus visitantes.
Existen costumbres que debemos adoptar -y otras que abandonar- para proteger los espacios costeros que cada año nos regalan veranos inolvidables.
Una forma de preservar las playas es respetando su ecosistema: la vegetación, las dunas, el agua, las algas y los animales marinos, entre otros, que forman un delicado entorno natural que no hay que modificar.
Otro gran enemigo de los mares es la basura que generamos. Los plásticos, pensados para el uso efímero, son un veneno mortal para nuestra salud y la de la fauna marina, pues este nunca se degrada, constituyendo el enemigo número uno del océano, ya que lo asfixia y no permite que oxigene el 70 por ciento del aire que respiramos.
Mantenerlas limpias
Los corales sirven de protección a muchas especies y las conchas marinas forman parte de las playa, por eso es importantes que no los coleccionemos en casa, sino dejarlos en su entorno natural.
Nunca se debe introducir al mar sustancias, contaminantes o de carácter explosivo. Es fundamental que cada vez que vayamos a la playa seamos conscientes de la importancia de no dejar residuos en el mar, la arena o rocas.
Recuerda que las latas, plásticos y desperdicios de comida van en los basureros, no dentro del agua. La regla para cuidar de la naturaleza ha cambiado. Siempre que vayas a la playa, deja el lugar mejor de lo que lo encontraste.
Date tiempo para recoger basura que alguien más dejó, y si comienzas a promover esas acciones con familia y amigos, nuestras playas serán más limpias y saludables.