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¿Qué tecnologías de vanguardia son más importantes para las empresas en 2025? El informe anual de tendencias tecnológicas de McKinsey destaca los últimos avances tecnológicos, las tendencias, los casos de uso y su posible impacto en empresas de todos los sectores. A eso dedicamos la columna de esta semana.

La tecnología hizo posible las grandes poblaciones; ahora las grandes poblaciones hacen que la tecnología sea indispensable. José Krutch.

El panorama tecnológico global experimenta cambios significativos, impulsados por innovaciones tecnológicas de rápida evolución. Esas innovaciones incrementan exponencialmente la demanda de potencia informática, captando la atención de los equipos directivos y del público, y acelerando la experimentación. Esos avances se producen en un contexto de creciente competencia global, a medida que países y corporaciones compiten por asegurar el liderazgo en la producción y aplicación de esas tecnologías estratégicas. El informe de Tendencias Tecnológicas de McKinsey de este año ofrece perspectivas detalladas sobre 13 tendencias tecnológicas de vanguardia con el potencial de transformar los negocios globales.

Los ejecutivos se enfrentan al reto de gestionar la creciente complejidad, escalar soluciones emergentes y generar confianza en un mundo donde las fronteras entre lo digital y lo físico, entre lo centralizado y lo descentralizado, siguen difuminándose. Las perspectivas que presenta el informe pueden ayudar a los directivos a decidir cuáles de esas tecnologías de vanguardia son las más relevantes para sus entidades, mostrando cómo otros las aplican ya.

Novedades y novedades

Además del creciente alcance de la IA, otra nueva tendencia que hemos destacado en el informe de este año es la IA agéntica, que se ha convertido rápidamente en un importante foco de interés y experimentación en la tecnología empresarial y de consumo. La IA agéntica combina la flexibilidad y la generalidad de los modelos básicos de IA con la capacidad de actuar en el mundo mediante la creación de «compañeros de trabajo virtuales» capaces de planificar y ejecutar de forma autónoma flujos de trabajo de múltiples pasos. Si bien las mediciones cuantitativas de interés y los niveles de inversión de capital son aun relativamente bajos en comparación con las tendencias más consolidadas, la IA agéntica se encuentra entre las de mayor crecimiento de este año, lo que indica sus posibilidades potencialmente revolucionarias.

La IA también es el principal catalizador de otra tendencia que destaca este año: los semiconductores para aplicaciones específicas. Si bien la Ley de Moore ha sido durante mucho tiempo la impulsora clave de otras tendencias tecnológicas, las innovaciones en semiconductores han experimentado un aumento vertiginoso, como lo reflejan el número de patentes concedidas. Esas innovaciones surgen en respuesta a una demanda de computación, memoria y redes para el entrenamiento e inferencia de la IA que crece exponencialmente, así como a la necesidad de gestionar los costos, el calor y el consumo de energía eléctrica. Eso ha generado una gran cantidad de nuevos productos, nuevos competidores y nuevos ecosistemas.

Las tendencias tecnológicas también presentan diversos perfiles en las dimensiones que se analizan. La IA como una tecnología de uso general y ampliamente aplicable, con casos de uso en todos los sectores y funciones empresariales —y, por lo tanto, generadora mucha innovación— se está expandiendo rápidamente en el panorama empresarial. Las tecnologías cuánticas tienen un perfil diferente. La computación cuántica tiene el potencial de generar un impacto transformador en ciertos dominios críticos, como la criptografía y la ciencia de los materiales, y su tecnología básica continúa desarrollándose. Anuncios recientes, en particular de gigantes tecnológicos, han despertado un mayor interés, pero el impacto real en las empresas requerirá aún más avances tecnológicos para que la computación cuántica sea práctica. Otras tendencias y subtendencias varían en otras dimensiones analizadas, ofreciendo diferentes enfoques —desde la espera vigilante hasta la implementación agresiva— a los directivos, según sus sectores y posiciones. Desde el auge de la robótica y los sistemas autónomos hasta la necesidad de innovaciones responsables en IA, los avances tecnológicos del 2025 subrayan un futuro donde la tecnología es más adaptable, colaborativa e integral para la solución de problemas globales. Eso se ilustra mediante temas transversales a las tendencias de este año:

  • El auge de los sistemas autónomos. Los sistemas autónomos, incluyendo robots físicos y agentes digitales, pasan de proyectos piloto a aplicaciones prácticas. Esos sistemas no solo ejecutan tareas; ya empiezan a aprender, adaptarse y colaborar. Coordinan la logística de última milla, navegan en entornos dinámicos o actuan como compañeros de trabajo virtuales, entre otras habilidades.
  • Nuevos modelos de colaboración hombre-máquina. La interacción hombre-máquina entra en una nueva fase definida por interfaces más naturales, entradas multimodales e inteligencia adaptativa. Desde entornos de entrenamiento inmersivos y robótica háptica hasta copilotos controlados por voz y dispositivos incorporados con sensores, la tecnología se vuelve más sensible a las intenciones y el comportamiento humanos. Esa evolución cambia la narrativa del reemplazo humano al aumento, permitiendo una colaboración más natural y productiva entre personas y sistemas inteligentes. A medida que las máquinas mejoran su interpretación del contexto, la frontera entre operador y cocreador se difumina.
  • Desafíos de escalabilidad. La creciente demanda de cargas de trabajo con uso intensivo de recursos computacionales, especialmente de IA de última generación, robótica y entornos inmersivos, genera nuevas exigencias en la infraestructura. Las limitaciones energéticas de los centros de datos, las vulnerabilidades de las redes físicas y la creciente demanda de recursos computacionales exponen las deficiencias en la infraestructura global. Pero el desafío no es solo técnico: los retrasos en la cadena de suministro, la escasez de mano de obra y las fricciones regulatorias en torno al acceso a la red y la obtención de permisos ralentizan las implementaciones. Debido a eso, escalar, significa ahora resolver no solo la arquitectura técnica y el diseño eficiente, sino también los complejos desafíos del mundo real en cuanto a talento, políticas y ejecución.
  • Competencia regional y nacional. La competencia global por las tecnologías críticas se intensifica. Los países y las corporaciones redoblan sus esfuerzos en infraestructura soberana, fabricación local de chips y financiación de iniciativas tecnológicas como los laboratorios cuánticos. Ese impulso hacia la autosuficiencia no se limita a la seguridad; se trata de reducir la exposición al riesgo geopolítico y liderar la próxima ola de creación de valor. El resultado es una nueva era de competencia impulsada por la tecnología, donde las naciones tienen participación en industrias críticas.
  • La escala y la especialización crecen simultáneamente. El crecimiento en esos vectores se ve facilitado por la innovación en servicios en la nube y la conectividad avanzada. Por un lado, se observa un rápido crecimiento de la infraestructura de entrenamiento de modelos de propósito general en grandes centros de datos con un alto consumo de energía, mientras que, por otro, se ve una innovación acelerada en el borde, con tecnología de bajo consumo integrada en teléfonos, automóviles, controles domésticos y dispositivos industriales. Eso crea ecosistemas que ofrecen modelos de lenguaje masivos y de gran tamaño con un número asombroso de parámetros, así como una gama creciente de herramientas de IA específicas para cada dominio que pueden ejecutarse prácticamente en cualquier lugar.
  • Imperativos de innovación responsable. A medida que las tecnologías se vuelven más potentes y personales, la confianza se convierte, cada vez más, en el factor determinante para su adopción. Las empresas se enfrentan a una creciente presión para demostrar transparencia, equidad y responsabilidad, ya sea en modelos de IA, procesos de edición genética o plataformas inmersivas. La ética ya no es solo lo correcto, sino una palanca estratégica en la implementación, que puede acelerar, o frenar, el escalamiento, la inversión y el impacto a largo plazo.

El informe subraya el enorme potencial de las tecnologías emergentes y la necesidad de una alineación estratégica en un futuro impulsado por la IA. Para los ejecutivos, el éxito dependerá de identificar dominios de alto impacto donde puedan aplicar esas tendencias, invertir en el talento y la infraestructura necesarios, y abordar factores externos como los cambios regulatorios y la preparación del ecosistema. Al fomentar la colaboración, cerrar brechas en el ecosistema y mantener una visión a largo plazo, los ejecutivos pueden acelerar la adopción y posicionar a sus organizaciones para impulsar la próxima ola de transformación tecnológica. Quienes actúen con enfoque y agilidad no solo generarán nuevo valor, sino que también moldearán el futuro de sus áreas y el futuro de las tecnologías de vanguardia emergentes actuales.

Las 13 tendencias tecnológicas

  • IA Agentica: La IA Agentica es un sistema de Inteligencia Artificial capaz de planificar y ejecutar de forma independiente tareas complejas de varios pasos. Basados en modelos fundamentales, esos agentes pueden realizar acciones de forma autónoma, comunicarse entre sí y adaptarse a nueva información. Se han obtenido avances significativos, desde plataformas de agentes generales hasta agentes especializados diseñados para la investigación exhaustiva. En el 2024 se realizaron inversiones de capital por 1.1 millardos de dólares. Y el empleo aumentó un 985% con respecto a al 2023.
  • Inteligencia artificial: La inteligencia artificial se refiere a los sistemas informáticos diseñados para realizar tareas que normalmente requieren inteligencia humana. Esos sistemas aprovechan algoritmos, datos y capacidad computacional para reconocer patrones, tomar decisiones y aprender de la experiencia. En el 2024 se realizaron inversiones de capital por 124.3 millardos de dólares. Y el empleo aumentó un 35% con respecto a al 2023.
  • Semiconductores para aplicaciones específicas Los semiconductores para aplicaciones específicas son chips diseñados específicamente para realizar tareas especializadas. A diferencia de los semiconductores de propósito general, éstos se diseñan para gestionar cargas de trabajo específicas (como entrenamiento de IA a gran escala y tareas de inferencia), a la vez que optimizan el rendimiento, ofreciendo mayor velocidad, eficiencia energética y rendimiento. En el 2024 se realizaron inversiones de capital por 7.5 millardos de dólares. Y el empleo aumentó un 22% con respecto a al 2023.
  • Conectividad avanzada. La conectividad avanzada abarca un conjunto de tecnologías en evolución que mejoran y amplían las redes de comunicación digital. Eso incluye redes inalámbricas de bajo consumo, sistemas celulares 5G y 6G emergentes, estándares Wi-Fi 6 y 7, y satélites de órbita terrestre baja (LEO). En el 2024 se realizaron inversiones de capital por 44.2 millardos de dólares. Y el empleo decreció un 14% con respecto a al 2023.
  • Computación en la nube y en el borde. La computación en la nube y en el borde implica distribuir las cargas de trabajo entre ubicaciones, desde centros de datos remotos a gran escala hasta centros regionales y nodos locales. Ese enfoque optimiza el rendimiento al abordar factores como la latencia, los costos de transferencia de datos, la soberanía de los datos y la seguridad de los mismos. En el 2024 se realizaron inversiones de capital por 80.0 millardos de dólares. Y el empleo aumentó un 2% con respecto a al 2023.
  • Tecnologías de realidad inmersiva. Las tecnologías de realidad inmersiva abarcan la realidad aumentada (RA) y la realidad virtual (RV) e incluyen gafas inteligentes de RA, retroalimentación háptica avanzada y mejoras impulsadas por IA que optimizan las capacidades de renderizado, seguimiento y procesamiento. En el 2024 se realizaron inversiones de capital por 6 millardos de dólares. Y el empleo decreció un 11% con respecto a al 2023.
  • Confianza digital y ciberseguridad. La confianza digital y la ciberseguridad abarcan tecnologías y prácticas diseñadas para garantizar interacciones digitales seguras, transparentes y confiables. Eso incluye la verificación de identidad, la protección de datos, el cifrado, la detección de amenazas y los sistemas de confianza basados en cadenas de bloques (blockchain). En el 2024 se realizaron inversiones de capital por 77.8 millardos de dólares. Y el empleo aumentó un 7% con respecto a al 2023.
  • Tecnologías cuánticas. Las tecnologías basadas en la mecánica cuántica aprovechan las propiedades únicas de la esa mecánica para ejecutar ciertos cálculos complejos exponencialmente más rápido que las computadoras clásicas, proteger las redes de comunicación y producir sensores con niveles de sensibilidad más altos que sus contrapartes clásicas. En el 2024 se realizaron inversiones de capital por 2 millardos de dólares. Y el empleo decreció un 15% con respecto a al 2023.
  • Futuro de la robótica. El futuro de la robótica abarca el avance de la de esta disciplina, capaz de realizar tareas de forma autónoma o semiautónoma, adaptándose a nuevas situaciones de la vida real con grados crecientes de autonomía y destreza, incluyendo robots móviles autónomos y robots humanoides. En el 2024 se realizaron inversiones de capital por 7 millardos de dólares. Y el empleo decreció 2% con respecto a al 2023.
  • Futuro de la movilidad. Las tecnologías de movilidad incluyen vehículos autónomos; vehículos eléctricos; drones; soluciones de movilidad aérea urbana, como aeronaves eléctricas de despegue y aterrizaje vertical; y equipos de micromovilidad, como patinetes y bicicletas eléctricas. Esas tecnologías tienen como objetivo mejorar la eficiencia, la seguridad y la sostenibilidad de los sistemas de transporte. En el 2024 se realizaron inversiones de capital por 131.6 millardos de dólares. Y el empleo aumentó un 6% con respecto a al 2023.
  • Futuro de la bioingeniería. La bioingeniería es la aplicación de los principios de ingeniería a la biología, utilizando avances tecnológicos (por ejemplo, edición genética, biología sintética) para mejorar la salud y el rendimiento humano, transformar las cadenas de valor alimentarias y crear ofertas innovadoras. En el 2024 se realizaron inversiones de capital por 57.3 millardos de dólares. Y el empleo decreció un 17% con respecto a al 2023.
  • Futuro de las tecnologías espaciales. Las tecnologías espaciales abarcan sistemas satelitales, vehículos de lanzamiento, módulos habitables y misiones de exploración, incluyendo constelaciones de satélites en órbita terrestre baja, conectividad directa a dispositivos que integra activos espaciales con redes terrestres y observación de la Tierra. En el 2024 se realizaron inversiones de capital por 9.3 millardos de dólares. Y el empleo decreció un 9% con respecto a al 2023.
  • Futuro de la energía y las tecnologías sostenibles. Las tecnologías energéticas y de sostenibilidad abarcan un amplio espectro de innovaciones destinadas a transformar el panorama energético global hacia un futuro más sostenible y resiliente. Eso incluye el diapasón de tecnologías que transforman la cadena de valor energética global. En el 2024 se realizaron inversiones de capital por 223.2 millardos de dólares. Y el empleo decreció un 6% con respecto a al 2023.

Referencia.