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Gerberto de Aurillac, papa Silvestre II (fue el 139 papa de la Iglesia católica, de 999 a 1003), nació en Auvernia, Francia, en el 945-Roma, el 12 de mayo del 1003. Los estudios en astrología, matemáticas, música, filosofía, alquimia; Trivium y Quadrivium, hicieron de ese personaje, una figura mítica y célebre en todo el mundo conocido de entonces.

Aurillac ingresó, alrededor de 963, en la Abadía de Aurillac donde estudio gramática, retórica y dialéctica, las tres disciplinas del Trivium; hasta que en el año 967, viajó a la corte del conde de Barcelona, Borrell II, donde permaneció tres años en el monasterio de Santa María de Ripoll, en Gerona y, posiblemente, viajó a Córdoba y Sevilla. Esa estancia en la península ibérica le permitió entrar en contacto con la ciencia del mundo musulmán e iniciarse en el estudio de las matemáticas y la astronomía.

Gerberto de Aurillac alcanzó gran renombre como teólogo y filósofo, destacando obras como Sobre lo racional y sobre el uso de la razón y Sobre el cuerpo y la sangre de Cristo; pero es en su faceta de matemático en la que más destacó. Introdujo en Francia el sistema decimal islámico y el uso del cero.

Utilizó su cargo de papa para hacer que se utilizara el sistema decimal por parte de los clérigos occidentales, lo que facilitó enormemente el cálculo, ya que hacia el año mil, la práctica de la división, sin usar el cero, requería unos conocimientos que solo poseían los eruditos.

Inventó un tipo de ábaco: el ábaco de Gerberto. El ábaco constaba de 27 compartimentos de metal, en el cual se depositaban nueve fichas con los números arábigos grabados. La primera columna del extremo derecho, contenía las unidades; la segunda, a su izquierda, las decenas; y así sucesivamente. Ese ingenioso ábaco permitía multiplicar y dividir rápidamente. El desplazamiento de esas fichas por los 27 compartimientos indicaba finalmente el resultado de multiplicaciones y divisiones. Así era posible efectuar rápidamente un gran número de operaciones matemáticas. Marcó las pautas para que, luego, otros estudiosos perfeccionaran el sistema con la introducción del número cero, que, finalmente, él no llegó a aplicar. El invento era, en realidad, un antecedente de las modernas calculadoras de nuestros días. También se le atribuye la introducción del péndulo y la invención de un reloj de ruedas dentadas.

Además, fabricó una nueva versión del monocordio, un instrumento musical consistente en una caja de resonancia sobre la cual se tensaba una cuerda de longitud variable con la que se medían las vibraciones sonoras y los intervalos musicales. Esos cálculos le permitieron clasificar las distancias entre las diferentes notas en lo que luego se ha llamado, tonos y semitonos.

Silvestre II, además, fue el precursor de una especie de sistema taquigráfico, un lenguaje secreto o en clave, inspirado en una escritura abreviada que recuperó de los antiguos sabios romanos. Se le conocía como notas tironianas, ya que había sido creada por Marco Tulio Tirón, secretario y escriba del político, orador y filósofo romano Cicerón, en el siglo I a. n. e., pero había caído en desuso hasta que Silvestre II la redescubrió, se dio por enterado de su importancia, readaptándola. Se trataba de un alfabeto compuesto de símbolos y signos que ahorraba tiempo y tenía la ventaja de ser incomprensible para los profanos en la materia. Era una especie de criptografía.

Gerberto de Aurillac, murió en Roma, actual Vaticano, el 12 de mayo del 1003.

Referencias