Desde la antigüedad, la mujer ha sido objeto de la mirada artística, acorde a los cánones de belleza y los estereotipos de cada época.
De esa mirada a lo femenino no escapa la maternidad, reflejada con profundidad y sensibilidad en la poesía, las artes plásticas y la música.
En Cuba, las diferentes expresiones artísticas han abordado la complejidad y la belleza de las madres en su rol fundamental en nuestra sociedad. También se ha resaltado la figura materna en la formación de la identidad nacional y la transmisión de valores a las nuevas generaciones.
Para ejemplificarlo, empecemos con nuestro José Martí, quien celebra el amor maternal en varios poemas, entre los que destaca A mi madre. El Apóstol afirma: las madres son amor, no razón; son sensibilidad exquisita y dolor inconsolable.
Madres en el arte cubano
Las artes plásticas en Cuba no son excepción, ya que la maternidad ha sido representada de manera emotiva y evocadora por Amelia Peláez y Wifredo Lam.
A través de colores vibrantes y formas abstractas, estos artistas exploran en su obra la conexión íntima entre madre e hijo. La música también ha tomado a la maternidad como fuente de inspiración, reflejada en géneros como el bolero y la trova.
Recordemos canciones como Por una madre, interpretada por el Bárbaro del Ritmo, Benny Moré; Madre, ¿por qué?, en voz de la Musicalísima Beatriz Márquez; Tú no te fuiste, de Cándido Fabré; y Madre, de Silvio Rodríguez.
Estas obras son ejemplos de cómo la mujer y su maternidad, una experiencia marcada por el amor y el sacrificio, se han convertido en musas recurrentes para arte en nuestro país.