La Habana, Cuba. – Catorce años empleó el narrador y periodista colombiano, Gustavo Castro Caycedo, para entregar a los lectores un texto revelador: el eslabón perdido de cómo Gabriel García Márquez se convirtió en escritor.
Entre las novedades de la Feria Internacional del Libro de La Habana, el volumen titulado Gabo: cuatro años de soledad. Su vida en Zipaquirá, aparece publicado por Ediciones Loynaz, de Pinar del Río.
Es una historia de coincidencias; él y yo llegamos a Zipaquirá con 50 días de diferencia en 1943, aseguró a Radio Reloj el acucioso investigador, quien logró encontrar a 83 testigos de la vida del Gabo en aquel pueblo cercano a Bogotá.
Me interesé en el tema porque nadie se había preocupado y con el rescate de esa información, hoy resulta un descubrimiento del eslabón perdido de cómo Gabo se convirtió en escritor, subrayó.
De Aracataca a Zipaquirá, el Nobel de Literatura
Gustavo Castro Caycedo precisó que Gabriel García Márquez le llevaba 16 años cuando nació, aunque estudió en el mismo colegio, tuvo cuatro profesores que enseñaron al novelista y su madre también lo conoció.
Por eso me interesó la vida del Gabo en Zipaquirá, porque biológicamente nació en Aracataca pero intelectualmente surgió en mi pueblo; allí, no solo se convirtió en escritor, sino en poeta, cantante de zarzuela, actor de teatro, declamador y orador, señaló.
De acuerdo con el narrador y periodista colombiano, cuatro momentos dramáticos marcaron la vida de García Márquez en Zipaquirá y lo llevaron más a ese realismo mágico que desembocó en el Nobel de Literatura.
En marzo venidero se cumplirán 80 años de la llegada del Gabo a mi pueblo, donde encontró a un profesor que lo impulsó a escribir y de allí salió Nobel, concluyó.