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La Habana, Cuba. – Nuestro Sistema Solar es un lugar bastante ordenado. Las órbitas de Mercurio, Venus, la Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno, tienden a ser circulares y se encuentran en el mismo plano.

En esa posición de los planetas dos han desempeñado un rol fundamental: Saturno y Júpiter. Con lo lejos que están esos gigantes gaseosos con respecto a la Tierra – por ejemplo, Saturno se encuentra a unos mil 300 millones de kilómetros -, todo parecería indicar que no afectarían demasiado a nuestro planeta.

Estaríamos errando en esta afirmación, ya que incluso con distancias tan colosales entre ellos, todos los planetas del Sistema Solar están conectados entre sí.

Es más, sin Júpiter y Saturno orbitando más allá de nuestro mundo azul, es posible que la vida no hubiera podido afianzarse en la Tierra, según han sugerido las simulaciones informáticas.

La vida en la Tierra no habría si posible

Saturno y Júpiter ayudaron mucho a dar forma al Sistema Solar tal y como lo conocemos en la actualidad, y si no existieran, la vida en Tierra hubiera sido imposible en un principio.

Le debemos a Saturno contar con las temperaturas tan agradables con las que gozamos en nuestro planeta, sin las cuales los primeros organismos no habrían podido sobrevivir. Asimismo, las fuerzas dominantes que representan Saturno y Júpiter entregaron parte del agua que ahora llena nuestros océanos.

De hecho, es posible que incluso Júpiter hubiera jugado un papel crucial en la extinción de los dinosaurios relacionada con el asteroide que hace unos 65 millones de años impactó en nuestro planeta en un evento que marcó el comienzo del reinado de nuestros ancestros mamíferos.

Sin Júpiter, los seres humanos no estaríamos aquí.

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