Ciego de Ávila, Cuba. – Como toda Cuba, el pueblo de Ciego de Ávila vive momentos de limitaciones económicas que perjudican la calidad de vida, sin embargo, hay optimismo de que podemos salir adelante con más trabajo y eficiencia.

A pesar de las limitaciones de recursos, las transformaciones del último año indican que podemos avanzar con nuestros propios esfuerzos, aun cuando el recrudecido bloqueo yanqui intenta cerrar los caminos al país para estrangular la economía.

En los últimos meses en Ciego de Ávila se han realizado acciones que mejoran la calidad de vida de barrios apartados ubicados en la zona sur de la ciudad y en localidades como La Clementina, Liborio, El Frutero, y Falla.

Aunque queda mucho por hacer para lograr más bienestar de la población se trabaja en la construcción de viviendas subsidiadas, el acondicionamiento de escuelas y consultorios médicos, entre otras instalaciones.

Impulsos con el trabajo comunitario

Como afirmara en Ciego de Ávila el presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular y del Consejo de Estado, Esteban Lazo Hernández, el trabajo comunitario integrado es trascendental.

En las acciones de transformación se destacan obreros de la Empresa de Abastecimiento y Servicios a la Educación, EPASE, quienes también tuvieron una actitud heroica en el enfrentamiento a los actos vandálicos del 11 de julio del pasado año.

Su director, Osmany Costa, rememora la jornada de violencia vivida en algunos puntos de la capital provincial con personas que repetían consignas banales y agredían al pueblo para luego retirarse con cobardía.

Refiere también el directivo avileño que los sucesos del 11 de julio pasado constituyen motivo de reflexión y de ayuda a personas en condiciones de vulnerabilidad, un principio que refuerza nuestra Revolución.