La Habana, Cuba. – Como los buenos boxeadores, esos que se imponen a cualquier adversidad y regresan para ganar, el expresidente brasileño Luiz Inacion Lula da Silva parece que volverá a subirse al ring electoral el año próximo.
Aunque el líder del Partido de los Trabajadores no ha expresado formalmente su candidatura, ha dicho varias veces que está preparado, motivado y con salud. Claro que esa decisión está en manos del Partido, que deberá anunciarla entre febrero y marzo próximo para iniciar una carrera hacia el Palacio de Planalto que concluirá con los comicios del 2 de octubre.
Las encuestas más recientes ubican a Lula como amplio favorito, con un 48 por ciento de la intención de voto del electorado, aunque en algunos sondeos supera la mitad, lo que lo llevaría de nuevo a la presidencia de Brasil en primera vuelta.
Entre izquierda y fascismo
Según las encuestas, Jair Bolsonaro sería el contendiente electoral de Lula, pero con pocas posibilidades de quedarse en la presidencia.
Al excapitán los sondeos le conceden solo un 22 por ciento de la intención de voto, muy lejos del antiguo líder sindical.
El timonazo a la derecha que impuso a la sociedad brasileña le debe pasar factura al actual mandatario, un hombre al que muchos ven como una mala copia de Donald Trump.
Los dislates de Bolsonaro, quien sin ambages lanza tonterías y divulga noticias falsas, tendrán una resonancia en el electorado, aunque la derecha fascista conserva una fuerza que no es despreciable.
Quedan diez meses para lo que debe ser un enfrentamiento electoral en el que Brasil decidirá entre la izquierda y el fascismo, pero seguro veremos de nuevo en la esquina roja a Lula.