Una compleja cirugía salva la vida de David Alejandro
Matanzas, Cuba. – Luego de siete horas y 45 minutos de una compleja intervención quirúrgica para corregir una craneosinostósis aislada (fusión de huesos), un equipo multidisciplinario del Hospital pediátrico Eliseo Noel Caamaño, de Matanzas, salvó la vida del bebé David Alejandro Pujol Moreno, de solo tres meses de nacido.
Según reportan en sus cuentas de Facebook el periódico Girón y la corresponsalía de Agencia Cubana de Noticias, en la riesgosa operación participó un equipo médico multidisciplinario, según detalló el doctor Juan Carlos Perdomo Arrién, Jefe del Grupo de Genética Médica en Matanzas.
Perdomo Arrién, explicó que el pequeño fue de embarazo y nacimiento normales, después del primer mes de vida presentó cambios en la configuración del cráneo, sus huesos empezaron a cerrarse precozmente debido a un trastorno en la programación del cierre normal de suturas y fontanelas y mucho antes de que su cerebro estuviera completamente formado.
Un examen físico– clínico – genético exhaustivo por un equipo de especialistas en el Centro Provincial de Genética Médica sospechó la presencia de la craneosinostósis aislada en la forma más común, de causa desconocida pero donde se reconocen factores genéticos y/o ambientales entre sus motivos, contó.
Tras la sospecha diagnóstica del defecto, una interconsulta con especialistas en neurocirugía y maxilofaciales y la realización de estudios imagenológicos permitieron confirmar el diagnóstico, e iniciaron un proceso de asesoramiento a padres y familia y la preparación para una inminente y compleja cirugía con el fin de evitar complicaciones futuras, agregó.
El experto confirmó que a David Alejandro la enfermedad le amenazaba el desarrollo psicomotor, mental y la visión, y luego de 24 horas de la operación se recupera exitosamente, se sentó y está bien despierto, mientras Nayled y Billy, sus padres, agradecen a la medicina cubana la proeza de salvar a su bebé.
El protagonismo colectivo con pensamiento científico basado en la integración de los saberes, la sensibilidad humana y el noble intento de buscar soluciones aunque escasean recursos, resaltó al hombre en el centro del sistema de salud de Matanzas y devolvió una sonrisa a una familia, hoy agradecida a la ciencia cubana.