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Matanzas, Cuba.- La Ciénaga de Zapata, en el municipio del mismo nombre, en la occidental provincia de Matanzas, cuenta con parajes de inigualable belleza que son refugios de vida por su biodiversidad y donde la mano transformadora del hombre apuesta por su conservación.

Junto a los humedales de Buenavista, que se extienden por las provincias de Villa Clara y Sancti Spíritus; así como en el sur de la Isla de la Juventud y el norte de Ciego de Ávila, el hombre prioriza la defensa ante los efectos del cambio climático.

Para proteger esos ecosistemas, Cuba se suscribió a la Convención sobre los Humedales de Importancia Internacional, RAMSAR, especialmente como Hábitat de Aves Acuáticas en el año 1971.

RAMSAR es un tratado que establece acciones nacionales y de cooperación global encaminadas a la conservación y uso de esos espacios y sus recursos naturales.