La Habana, Cuba. – En Cuba, como consecuencia del infame bloqueo, malas distribuciones de productos y la actitud inescrupulosa de ciertos personajes, entre otras causas, las colas no han dejado de existir.

No es secreto para nadie los enormes esfuerzos que ha hecho el Gobierno para llevar a la población las mercancías que necesita. Nunca como en estos tiempos los cubanos sufrimos hacer una cola para adquirir cualquier producto de extrema necesidad.

Hoy, por urgentes reclamos de la población, se han creado mecanismos de control que han puesto en jaque a coleros y revendedores, esa lacra social que últimamente ha proliferado en el país.

Una vez más el pueblo ha dictado el proceder y el Gobierno ha tomado cartas en el asunto, y coleros y revendedores están en crisis. 

Una batalla que ya da resultados

El ingeniero industrial Ernesto Ramos de la Organización Básica Eléctrica en Marianao, La Habana, dijo a Radio Reloj que compró algunos productos de primera necesidad en su barrio y estuvo solamente veinte minutos en la cola porque encontró pocas personas. 

Los coleros, que en el barrio se conocen quiénes son, dijo Ernesto Ramos, desaparecieron pero no por arte de magia, sino porque fueron advertidos por el grupo de trabajo creado al efecto

Nereyda Rodríguez, ama de casa de Boyeros y Tulipán, Nuevo Vedadoexpresó que la Revolución, con su autoridad moral y obedeciendo al pueblo, arrancó de raíz el mal de coleros y revendedores.

Y concluyó: Con nuestro pueblo no hay equivocación y esa lacra social parásita no tiene cabida aquí.

Etiquetas: - -