Los países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos condenaron el golpe de Estado perpetrado contra del presidente de Bolivia, Evo Morales.
Mediante un comunicado oficial, el ALBA-TCP exigió respeto a los derechos civiles y garantías por la vida del mandatario boliviano, al tiempo que denunció las amenazas y agresiones a la seguridad física de las autoridades democráticamente electas y de sus familiares por grupos radicales de derecha.
La Constitución y el Estado de Derecho de Bolivia fueron violentados, señala el texto del ALBA-TCP, al manifestar que los grupos radicales pretenden sembrar el terror y hacerse del poder de manera violenta en el país andino.
En tal sentido, los países integrantes de la organización internacional responsabilizaron a Carlos Mesa y a Luis Camacho de cualquier plan para asesinar al presidente Morales.