
La ELAM un bastión docente-científico en favor de los pueblos Fotos: Yoanny Duardo Guevara
La Habana, Cuba. – Wambale Hagai es una carismático joven africano que desde niño quiere ser cirujano. Cuenta que mientras cursaba la secundaria en el campo donde vive su familia, en Uganda, leía mucho sobre Historia y así supo de la Revolución cubana y del líder, Fidel.
Pasaban los años y su sueño de hacerse médico no se hacía realidad. En una revista conoció que podía cursar la beca en la Escuela Latinoamericana de Medicina, que celebra hoy su aniversario 20 de fundada por Fidel.
Luego de entrevistas, Wambale fue aceptado y ya lleva dos años y medio formándose allí como médico de ciencia y conciencia junto a miles de estudiantes pobres de todos los continentes.
Gracias Cuba, gracias Fidel, expresa emocionado el joven, quien se siente muy agradecido, pues, dijo, este país pequeño, pobre, bloqueado, da su mano amiga, su solidaridad, a los pueblos del mundo para que todos podamos sonreír.
Gran concepción humanista
En una tierra fértil, la cubana, Fidel sembró esa semilla convertida en un gran árbol con ramas en ciento quince países: la Escuela Latinoamericana de Medicina, orgullo para todos nosotros, así expresó, feliz, el doctor haitiano, Patrick Delly, egresado de la primera graduación.
Los graduados representamos un fruto único: los médicos de ciencia y conciencia que ninguna adversidad podrá destruir, dijo el presidente de la Sociedad Médica Internacional de Egresados de la ELAM, y director nacional de Higiene y Epidemiología del Ministerio de Salud de Haití.
Delly agradece a Fidel por haber creado esa gran casa donde se han graduado más de 29 mil médicos.
La ELAM, fundada un día como hoy hace dos décadas luego del paso devastador de los huracanes George y Mitch por Centroamérica, ha cumplido con el líder invicto y su certera idea para llevar salud a los pobres del mundo.