Una de las ideas o creencias que afecta a la población mundial hoy, es el pensamiento de que la Medicina Rehabilitadora solo es necesaria para aquellas personas que tienen discapacidades motoras o enfermedades que afecten su movilidad. Pero el hecho es que la Rehabilitación abarca mucho más, y casi todas las personas en algún momento de su vida pueden llegar a necesitar un tratamiento de este tipo.

De hecho, según los resultados de múltiples investigaciones médicas, un alto porcentaje de las lesiones no se curan completamente sin un tratamiento rehabilitador. La medicina física o rehabilitación es una la especialidad médica que puede diagnosticar, evaluar y tratar cualquier incapacidad física y mediante los servicios de medicina rehabilitadora, se puede mantener o devolver el mayor grado de capacidad funcional e independencia posibles a esas partes del pueblo que haya podido afectarse.

O sea, si existe una limitación de la capacidad funcional de un paciente, mediante la rehabilitación y a través de una exploración clínica, se puede elaborar un plan de tratamiento terapéutico adecuado y personalizado y darle seguimiento hasta obtener el mayor grado de recuperación posible.

El tratamiento rehabilitador conlleva técnicas de fisioterapia, traumatología y psiquiatría. Por ejemplo, alguien que haya sufrido un accidente de tráfico, deberá someterse a tratamiento médico inmediato para tratar las heridas o golpes devenidos del choque.

Sin embargo, ese tipo de pacientes después necesita también rehabilitación física para que sus músculos motoros vuelvan a la normalidad, además de psicológica para superar los múltiples traumas y trastornos que un incidente de este tipo puede causar.

Este es solo un ejemplo de los miles de casos que necesitan de la rehabilitación. Y para la recuperación luego de una lesión por traumatismo es fundamental seguir un tratamiento rehabilitador que puede incluir terapias de rehabilitación física y psicológica y además, consultas ortopédicas, terapias ocupacionales y muchas otras.

Los expertos en el estudio de los daños congénitos o devenidos de accidentes en el aparato locomotor, así como de su tratamiento de rehabilitación son muy necesarios actualmente. Estos especialistas desarrollan un amplio conocimiento de la anatomía y de las alternativas quirúrgicas de cada articulación. Pero realmente y debido a estas creencias obsoletas y a la poca difusión de las bondades de esta rama médica, a nivel mundial existen pocos profesionales de la salud que se especialicen en Medicina Rehabilitadora.

Los diversos centros de rehabilitación física integral en Cuba, se proponen ayudar a los pacientes y proporcionarles las herramientas y los recursos necesarios para un tratamiento integral en todos los aspectos, incluso para tratar enfermedades tan delicadas como las neurológicas con el objetivo de la recuperación completa y el mejoramiento de la calidad de vida.

Cuba aplica cada año más de 34 millones de servicios de rehabilitación en las salas preparadas para ese fin en la Atención Primaria de Salud (APS), las cuales están dotadas de modernas tecnologías. Un ejemplo de ello es el Centro de Rehabilitación Julio Díaz es una institución cubana que brinda servicios de salud promoción, prevención, diagnóstico, tratamiento y atención médica especializada en rehabilitación. Se encuentra situado muy cerca de la Avenida de Rancho Boyeros, en el Reparto Fontanas, en las afueras de La Habana, Capital de la Isla de Cuba.

El centro cuenta con un edificio de consultas externa y otro con el área de las fisioterapias y piscinas terapéuticas, se emplea el agua potable u ordinaria para la terapéutica rehabilitadora, utilizando las propiedades físicas del agua y las técnicas hidroterapéuticas para su aplicación en bañeras, duchas, tinas, piscinas, tanque de adiestramiento bajo el agua. Además, cada policlínico dispone de la rehabilitación y con la actual reorganización de los servicios de la Salud queda una cifra que responde a las necesidades de la población.

No obstante, el programa de Rehabilitación vigente en Cuba, requiere un perfeccionamiento, como incorpora nuevos temas como consecuencia de cambios en la práctica médica, la evaluación formativa de las habilidades de los profesionales de esta rama médica y la concreción de los objetivos educativos en el contenido curricular y extracurricular.