El gremio periodístico ha vivido en esta primera quincena de marzo intensos momentos entre homenajes, debates y festividades.

En todo el país se desarrolló la Jornada por el Día de la Prensa Cubana, que se celebra cada 14 de marzo, a propósito de la fundación del periódico Patria por Martí.

En medio de la decena de actividades que se prepararon en todos los territorios nunca falta el sentido tributo a quienes han hecho del ejercicio de la palabra y la opinión un sacerdocio. Y es ahí donde radica la mayor reverencia a los que conforman la memoria de una labor todoterreno, por su mirada hacia todas las aristas de la sociedad.

Por ello, la Jornada de la Prensa, junto a la recordación, ha servido para incentivar el buen hacer del periodismo actual con la obra de aquellos que dejaron una impronta profesional, a la que siempre valdrá volver para estimular las mejores prácticas de hoy.

Ponerle agudeza a nuestro periodismo

A propósito de la celebración del Día de la Prensa Cubana, el pasado 14 de marzo, es oportuno reflexionar en torno a ciertos imperativos y urgencias de un ejercicio que mucho puede aportar a nuestro proyecto de país.

El periodismo, afincado verdaderamente sobre Cuba, ha de tener la capacidad de alertar y sugerir, de enjuiciar y proponer, de cerrar fila contra lo mal hecho y abrir los senderos del control popular y el buen obrar en cualquier rincón de esta Isla.

La mayor necesidad está en una prensa consistente, más creíble y sobre todo multiplicada en la web y las redes, que requiere ser más oportuna y filosa; que ha de asentarse con mayor frecuencia en el dato sólido y la fuente precisa.

Y a todo ello habrá que ponerle, no como empaque, sino como sustancia principal, un estilo que agrade e invite, que enamore y conquiste con belleza.