Carlos Torres fue uno de los GRANDES locutores que tuvo Radio Reloj. GRANDE en mayúscula, porque la emisora es una escuela de formar profesionales de la palabra y por ella ha transitado gente muy talentosa así que, brillar aquí como lo hizo él, es algo que pocos consiguen.

Lamentablemente, ya falleció. Pero dejó recuerdos tangibles de una época de oro de Radio Reloj y sobre todo, conversó mucho con su hija de la emisora que más amó, aunque trabajo en múltiples lugares.

Y, por esas casualidades de la vida, Gloria Torres, aquella niña que se sentaba a escuchar historia, que conocía la emisora casi como si fuera su casa, que veía la dedicación de su padre hacia el trabajo, es hoy uno de los nombres más reconocidos de la Televisión Nacional.

“Mi papá siempre me decía, tú no puedes ser locutora, hablas muy rápido, atropellas las palabras; además, te digo algo, yo no pudiera trabajar en Radio Reloj, la dinámica aquí es completamente diferente a mi temperamento”, cuenta Gloria Torres con la sonrisa que no se le desdibuja del rostro cuando habla de su padre.

Y para él, para todos los locutores, para la emisora que tiene una  leyenda tan peculiar en la historia de los medios de comunicación cubana, ha realizado una serie de documentales, quizás porque ella es de las pocas que todavía cree que la historia no se puede olvidar.

“Yo venía mucho aquí a Radio Reloj, que en aquella época por supuesto no estaba en el espacio físico que está hoy y era en ese sentido muy diferente. Algunas cosas las he olvidado o las desconocía, pero haciendo las entrevistas para el documental, los compañeros de mi padre me contaron de la profesionalidad, de la preparación, del cuidado que había que tener para trabajar en Radio Reloj”.

Pero como en todos los lugares donde la gente se quiera, siempre hay espacio para las bromas. Gloria comenta que su padre leía al revés y, algunos, sobre todos los más jóvenes, no creían aquello, por eso, a veces le colocaban la hoja de forma invertida; pero Carlos Torres no se equivocaba, su cadencia y su fluidez no fallaba ni un segundo. En verdad, eran tiempos de oro para Radio Reloj.

Gloria Torres habla de la “la pecera” y es que, así se conocía a Reloj en los años 50. Era una época de esplendor y todo el mundo quería saber cómo funcionaba la emisora, así que, al estar en bajos, la cubrieron de cristal para que la gente pudiera ver desde afuera como era la emisora que siempre tenía lo último, mejor y más importante en lo que a noticia se refería, además de dar la hora.

“Me papá me contaba que mi mamá se ponía celosa. Imagínate, él tenía que trabajar elegante, de traje y corbata porque cualquier persona lo reconocía. Además, todos ellos ya disfrutaban de un gran prestigio”, afirma.

Gloria Torres no recuerda que su padre haya comentado sobre alguna información que leyera y lo impresionara de forma particular; pero él sí guardó una gran parte de la programación de los locutores de aquellos años, al menos, de sus turnos. Ella dice que no sabe porque guardó todo eso, pero quizás él si sabía que estaba recopilando historia y que algún día, alguien pondría todas las piezas en su lugar. Quizás lo que nunca imaginó, es que esa persona fuera su propia hija.

Carlos Torres se retiró en el año 1996 con más de siete décadas de vida. Reloj cumplirá 70 ahora años sin él y sin muchos de quienes construyeron parte del camino que hoy, intentamos no perder. Si existe otra vida, seguramente está mirando agradecido de que su hija, no solo honre su memoria, sino que trabaje también para hacer imborrable las páginas de Radio Reloj.