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Un juez federal reiteró, este viernes, que el Gobierno estadounidense debe restaurar completamente el Programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia, pero dio un plazo de 20 días a la administración para apelar.

El magistrado John Bates consideró que el ejecutivo de Donald Trump falló una vez más en justificar su propuesta de poner fin al mecanismo aprobado por el exmandatario Barack Obama.

A través de ese programa casi 800 000 jóvenes, que fueron traídos ilegalmente a ese país durante su niñez, recibieron permisos de trabajo y empleo, y evitaron la posibilidad de deportación.

Bates reconoció que el presidente y su Departamento de Seguridad Nacional tienen el poder de revocar el Programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia, pero cuestionó el modo en que lo hicieron.