Mantener un riguroso control sobre los recursos, además de ser una obligación legal, es condición ineludible para la eficiencia empresarial, un tema pendiente en muchas entidades, como corroboró en La Habana la XII Comprobación Nacional al Control Interno, efectuada a fines del pasado año para analizar el desempeño de algunas de enero a septiembre.

Se realizaron acciones de control en 60 entidades habaneras pertenecientes a 17 organismos y al Consejo de la Administración Provincial, explica la Contralora jefa en La Habana, Miriam Marbán.

Las inspecciones, como las realizadas en todo el país, se centraron en las normas y procedimientos que regulan el control contable y administrativo, así como en el tratamiento y gestión de inventarios de lento movimiento y ociosos, en el período seleccionado.

Marbán señala avances en la aplicación de la Guía de autocontrol, una herramienta para que cada empresa haga un auto examen, aunque no todas la han adecuado a sus características.

La Habana bajo la lupa

La Contraloría habanera comprobó que los daños económicos con montos más relevantes son los relativos a expedientes de faltantes y pérdidas sujetos a investigación y que exceden el término de cancelación.

Durante las auditorías se detectaron presuntos hechos delictivos en nueve de ellas, relacionados principalmente con faltantes de recursos, y la cancelación de expedientes de faltantes sin autorización o evidencia de su destino final.

La falta de exigencia en la prevención de riesgos y en el estudio y trabajo sistemático con las normas jurídicas, aparecen entre las causas que propiciaron las condiciones para esos problemas.

En el caso particular de los inventarios, influyen de manera negativa, entre otros asuntos, los largos ciclos de reaprovisionamiento y la alta cobertura por la lejanía de proveedores.

Radiografía habanera

La Contraloría habanera recomendó un análisis profundo y sistemático en cada centro de las situaciones que presentan respecto a los inventarios, en particular los de lento movimiento y ociosos.

La aplicación de esa recomendación nos dará resultados para continuar avanzando en el control efectivo de los recursos, asegura Marbán, quien por segundo año consecutivo encabezó las auditorías en la capital.

En la Comprobación se hicieron conteos físicos en almacenes donde aparecieron fisuras en el control administrativo y contable, con faltantes millonarios y grandes cifras de recursos sobrantes o fuera de control.

Los auditores detectaron múltiples deficiencias en los almacenes de algunas entidades del sistema empresarial habanero, sobre todo vinculadas con los productos ociosos o de lento movimiento.

Además, se detectó que el sistema de contratación en algunas empresas habaneras tiene serias deficiencias, como en la Corporación COPEXTEL, donde los problemas en ese acápite amenazan el compromiso con el plan de la economía.

Las recientes auditorías descubrieron, entre otros problemas vinculados a los contratos, un alto grado de formalismo, poca negociación antes de la firma, insuficiente revisión y dictamen por especialistas jurídicos y cronogramas de entrega sin definir.

En lo referido al combustible, un asunto de máxima prioridad gubernamental, se detectaron graves violaciones, como en la Unidad Empresarial de Base de la Empresa de Tenería y Pieles, que gastó más de 100 mil litros por encima del plan y no pudo justificar el consumo en un mes de 17 mil.

Pero no todo ha sido negro en el sistema empresarial de La Habana, donde también algunos tienen buenos resultados, alcanzado siempre a partir de un riguroso control por parte de directivos y trabajadores.

Limpio espejo capitalino

Algunas entidades de la capital, de las auditadas en la XII Comprobación Nacional, evidenciaron una ostensible mejoría en la preservación de los recursos, luego de recibir en años anteriores los señalamientos de la Contraloría provincial.

Un buen ejemplo es la fábrica de tuberías plásticas Hidroplast, ubicada en La Lisa, que a partir de la detección de un presunto hecho delictivo hace tres años, aumentó la exigencia y el control, como asevera la directora Wandy Matos.

El resultado nuestro está en el trabajo con el sistema de control interno, dice el director adjunto Félix Cordero, quien destaca el papel del Comité de Prevención.

La Comercializadora ITH también encontró fórmulas para garantizar la efectividad del control interno, a partir de la vigilancia del estricto cumplimiento de los procedimientos establecidos en la empresa para cada parte del proceso productivo.

Nuestro Comité de Contratación sesiona semanalmente para analizar y aprobar los contratos, además de revisar las órdenes de compra lo que evita la importación de suministros que tenemos en inventarios, detalla la directora adjunta Aglays Lamas.

El positivo desempeño de esas entidades habaneras, que ha sido destacado por la Contraloría provincial, demuestra que el control, la exigencia y la disciplina se revierten en eficiencia empresarial, como asegura la Contralora General, Gladys Bejerano.

Para nadie es un secreto las difíciles condiciones económicas que atraviesa el país, que hacen imprescindible lograr un uso óptimo de los recursos, tanto materiales como financieros, con que cuenta cada entidad del sistema empresarial cubano, donde el control tiene que ser el pan nuestro de cada día.

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