El Decreto 349 defiende los mejores valores de la cultura en Cuba

La Habana, Cuba. – Necesitamos, utilizamos y respetamos el mercado del arte, pero no permitimos que imponga las reglas del juego, reafirmó en La Habana el escritor Abel Prieto, director de la Oficina del Programa Martiano y quien, por 17 años, se desempeñó como ministro de Cultura.

Al referirse a tergiversaciones suscitadas a partir del Decreto 349, subrayó que cuando no hay una política cultural coherente, triunfa la mediocridad, y jamás en nuestro país se logrará quebrar la relación entre creadores e instituciones.

Desde las célebres Palabras de los Intelectuales -pronunciadas por Fidel en 1961- la política cultural ha tenido en su centro el respaldo al creador y a la promoción de su obra, recordó Abel Prieto.

Rechazó la campaña calumniosa de quienes pretenden hacer creer que el referido decreto atenta contra la libertad de expresión del artista en Cuba.

Una batalla contra el intrusismo

Ante la reconfiguración de la sociedad, el Decreto 349 para la aplicación de la política cultural en espacios públicos actualiza el 226 firmado por Fidel en 1997, reiteró el intelectual Abel Prieto.

El director de la Oficina del Programa Martiano afirmó que es una batalla contra la mediocridad, el mal gusto y el intrusismo profesional, como ha sido constante reclamo.

Buscamos una coherencia en los espacios públicos; eso no quiere decir uniformidad, que repitamos lo mismo o impongamos un gusto, añadió el ex titular de Cultura y enfatizó que nada se hará de espaldas a los artistas y nada dañará su libertad de creación.

Subrayó que el ministro Alpidio ALonso trabaja ahora con un grupo de ellos para definir las normativas de un Decreto cuyos principios son impecables, aunque algunos intenten desfigurarlo.