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Niños, jóvenes y adultos tienen un espacio en su corazón para los círculos infantiles, esa obra que a la distancia de más de medio siglo todavía nos enorgullece.

La idea se esbozó el 23 de agosto de 1960, en el acto constitutivo de la Federación de Mujeres Cubanas. Un año después, el diez de abril, abrieron sus puertas los tres primeros círculos infantiles para los hijos de las mujeres trabajadoras. La FMC se encargó de su disposición y cuidados, y también de hacer que surgieran decenas y decenas más.

Formaron parte de la organización las colectas para recaudar fondos, las largas jornadas de trabajo voluntario en la construcción, la confección de prendas para el ropero de los infantes y hasta el afán por resolver el personal idóneo.

Y el sueño echó a andar

Existían en aquel momento en Cuba unos 30 orfanatos, además de patronatos de damas caritativas. Eran gratuitos, pero para conseguir una plaza en ellos había que tener influencia política.

Según la Presidenta eterna de la FMC, Vilma Espín, la concepción del círculo infantil fue la apropiada. No se trataba sólo de cuidar a los niños de las madres trabajadoras, sino de su atención, educación y aprendizaje, con métodos modernos que potenciaran sus posibilidades y propiciaran el colectivismo.

Para asumir la colosal tarea se prepararon más de 4 mil mujeres y se creó la escuela de asistentes y la de directoras y más tarde la de educadoras, hasta llegar a nuestros días en que contamos con una Licenciatura en Educación Preescolar y un subsistema de formación preescolar que nos destaca en el mundo.

Manantial de sueños

Considerados una conquista educativa y un orgullo de la Revolución, los círculos infantiles constituyen una obra de Vilma Espín. Mantenidos a pesar de lo costoso que resultan, por el interés y el esfuerzo del Estado cubano, como una conquista educativa y de apoyo a las trabajadoras, los Círculos, esos centros de privilegio devenidos manantiales de sueños, atraviesan carencias y dificultades, y aun las capacidades resultan insuficientes.

Una alternativa resultó el Programa Educa a tu hijo, que en la actualidad ofrece cobertura a más del 80 por ciento de la población infantil de 0 a 6 años.

Esta experiencia de atención educativa integral se centra en la familia y cuenta con el concurso de la Federación de Mujeres Cubanas. Programa que constituye un hito en la cobertura de la educación en las edades preescolares.