Hoy, con la receta de arroz con zanahoria. Para hacerlo necesitas dos tazas de arroz, una y media de esa hortaliza rallada o cortada en ruedas finas y dos y media de agua, o mucho mejor si tienes caldo natural de pollo u otro cárnico, para acentuarle el sabor.

Este plato también requiere dos cucharadas de manteca de cerdo o tres de aceite, tres dientes de ajo, una cebolla mediana y medio ají pimiento, y tres cucharadas de pasta de tomate, una hoja de laurel, media cucharadita de sal e igual cantidad de orégano seco.

En la olla de presión sofríes los condimentos, y añades la zanahoria, el agua o caldo y el arroz. Lo tapas, y cuando comience el sonido de la presión, cocinas durante diez minutos a fuego mediano.

Luego lo apagas, esperas unos minutos, abres la olla y mueves el arroz para que no se pegue.

Aportes de la zanahoria

Esta hortaliza es muy rica en beta carotenos, compuestos anticancerígenos precursores de la vitamina A, que favorecen la vista, la piel y la circulación.

La zanahoria aporta ácido fólico, vitaminas B, C y E, y también bromo, calcio, azufre y cloro, además de cobre, fósforo, hierro, magnesio, potasio, sodio y zinc.

El potasio estimula a los riñones y ayuda a eliminar toxinas, y el fósforo es vigorizante para la mente cansada.

La zanahoria ayuda a disolver cálculos biliares, refuerza el sistema inmunológico, cicatriza heridas intestinales y combate infecciones del tracto digestivo.

Si se consume cruda, fortalece los dientes y encías.

El jugo de la zanahoria con miel de abejas y limón es muy bueno para las afecciones respiratorias. Como puedes ver, esa hortaliza es oro, como su color.