La Habana, Cuba. Aquel 30 de junio de 1961 concluían tres días de encuentros del Comandante en Jefe, Fidel Castro, con un grupo de artistas y escritores para debatir sobre el papel de esos últimos en el proyecto revolucionario.

De aquellas reuniones en la Biblioteca Nacional José Martí resultó el histórico discurso del líder de la Revolución, conocido como Palabras a los intelectuales.

La intervención de Fidel marcó lo que vendría en los años siguientes, en materia cultural, junto con el nacimiento de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC).

A escasos meses de conmemorar el aniversario 60 de aquel relevante suceso, se hace necesario hoy revisitar lo acontecido en lo que pudo ser un encuentro condicionado por las coyunturas del momento y trascendió como guía de lo que la joven Revolución haría en lo adelante en el campo de la cultura.

Texto medular

El discurso de Fidel, conocido como Palabras a los intelectuales, devino uno de los textos medulares para entender más de medio siglo del proceso revolucionario y de sus importantísimos logros, no sólo en el ámbito cultural porque, más allá de trazar líneas de pensamiento y acciones entre los artistas y escritores cubanos, dibujó un mapa inclusivo a toda la sociedad, entendiendo a la cultura como un bien de todos y para todos.

El líder de la Revolución señaló entonces: “La Revolución defiende la libertad, la Revolución ha traído al país una suma muy grande de libertades; la Revolución no puede ser, por esencia, enemiga de las libertades”.

Quedaba claro que defender a la Revolución desde la cultura es derecho y deber de todos, a la vez que combustible para generar y afianzar  acontecimientos que antes de 1959 eran impensables.