Para la científica cubana Dagmar García Rivero lo más importante no hacer la mejor ciencia del mundo, sino hacer la ciencia que es útil y que pueda impactar rápido en problemas de salud.
Directora de Investigaciones del Instituto Finlay de Vacunas, la santaclareña dio ejemplo de esa vocación humanitaria al liderar el proyecto de las vacunas Soberana, esfuerzo de la ciencia nacional para crear vacunas y enfrentar la pandemia del Covid-19.
Heroína del Trabajo de la República de Cuba, Orden Carlos Juan Finlay, Premio de la Academia de Ciencias y de la Salud, Dagmar García Rivero ha dicho: “Soberana es más que un candidato vacunal, Soberana es un país”.
En su vasto recorrido para el impulso de vacunas también destaca la contribución en el proyecto de la Quimi-Vio, dirigida contra el neumococo; el inyectable cuenta con siete antígenos para contrarrestar la bacteria.
Hermanos en Academia Mundial
Por sus aportes en vacunas y biotecnología, los hermanos Dagmar y Daniel García Rivero integrarán oficialmente en 2026 la Academia Mundial de Ciencias, fundada para promover ciencia en países en desarrollo.
Doctora en inmunofarmacología, Dagmar lideró el desarrollo de vacunas contra el Covid-19 y trabaja en otras conjugadas contra el neumococo, el meningococo y la fiebre tifoidea.
Codirector del Centro Alemán-Latinoamericano para Lud Global, Daniel es especialista en química biomolecular y dirige un laboratorio que colabora con la biotecnología cubana en terapias y vacunas contra el cáncer.
Con ellos, Cuba suma 12 miembros de la Academia Mundial de Ciencias: Manuel Limonta, Hugo Pérez, Lila Castellanos, María Guadalupe Guzmán, Luis Herrera, Vicente Vérez, Lillian Álvarez, Tania Crombet, Gerardo Guillén y Ernesto Altshuler.