Compartir

El espejo retrovisor de los carros para ver cuánto sucede a espaldas del conductor lo inventó una veinteañera londinense que, en una carrera de autos, sacó su polvera y evitó ladear la cabeza y desnivelar la velocidad; se llamó Dorothy Elizabeth Levitt.

A inicios del siglo XX, la audaz amazona se volvió la primera inglesa en participar en una carrera automovilística: durante ocho años ganó competencias, implantó récords, conquistó la motonáutica, ejerció como periodista y activista femenina y fue una de las tres primeras mujeres en el mundo con licencia de aviadora.

Sumo independiente, también introdujo al automovilismo a la Reina Alejandra y a las princesas en una época de severos prejuicios masculinos.

Dorothy Levitt, la mejor piloto de las primeras automovilistas, en 1910 se alejó de todo sin que se sepan los motivos y murió olvidada a los 40 años.

La chica más rápida del mundo

Piloto y publicista de la compañía Napier Cars, Dorothy Levitt también fue columnista en The Graphic, donde develaba detalles de conducción y motivaba a las mujeres al deporte y a la mecánica automotriz.

En su libro «La mujer y el automóvil: un manual amigable para todas las mujeres que compiten en automovilismo o desean hacerlo», ofreció consejos útiles como no utilizar encajes ni complementos, usar la guantera como almacén, llevar guantes limpios, pañuelo, horquillas, alfileres, un espejo y chocolate.

En una entrevista que concedió explicó lo maravilloso de conducir, la sensación de volar a través del espacio, que no pensaba en el peligro y era una buena apostadora siempre dispuesta a tomar riesgos.

De Dorothy Levitt, “la chica más rápida del mundo” y “la reina sobre ruedas”, dijo la escritora Sean O’Connell que era la más femenina de todas las mujeres.