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La Habana, Cuba.- Pocas personalidades en el mundo de la diplomacia internacional han calado tan hondo en ese gremio como el cubano Raúl Roa García, conocido como Canciller de la Dignidad.

Se cumplen hoy 66 años de su nombramiento por el Estado cubano como Ministro de Relaciones Exteriores, siendo así el primer defensor en la arena internacional de la política y el pueblo cubanos.

Aún se recuerda aquella imagen de Raúl Roa en su asiento de la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York, cuando defendía a Cuba y denunciaba la cruel invasión imperialista en 1961.

En aquel momento expresó: Un clamor unánime estremece hoy a toda Cuba, resuena en nuestra América y repercute en Asia, África y Europa. Mi pequeña y heroica Patria está reeditando la clásica pugna entre David y Goliat.

El verbo de Roa, aún presente

En 1959, Fidel tuvo en él un intérprete idóneo de sus concepciones sobre la diplomacia revolucionaria. Raúl Roa fue, inicialmente, embajador en la Organización de Estados Americanos, OEA, después Ministro de Estado, y más adelante, Ministro de Relaciones Exteriores, cargo que ocupó hasta 1976.

Roa fue protagonista y ejecutor de la incorporación de nuestro país al Movimiento de Países No Alineados desde su fundación, entre otras responsabilidades trascendentales para el movimiento diplomático cubano.

Con su verbo, exclamaciones y un lenguaje pintoresco caracterizaba e identificaba a los diferentes títeres que atacaban a Cuba. En cierta oportunidad, cuando conducía una reunión internacional, exclamó: Tiene la palabra el delegado de Estados Unidos, pero sin guapería.