Cuando estamos aún bajo los ecos de las llamas que arrasaron buena parte de la geografía amazónica hace algunas semanas, vale reflexionar sobre el cuidado del patrimonio forestal del planeta.
Hay que significar que en Cuba se ha trabajado fuertemente en los últimos años para preservar y diversificar la cobertura boscosa como fuente de vida.
Casi un tercio de todo el archipiélago, sin contar la superficie acuífera, está compuesto por bosques, por ello, es voluntad del Gobierno y el Estado lograr un ciclo armónico en los distintos ecosistemas, para lo cual varios organismos del país se han proyectado.
Por ejemplo, el Ministerio de la Agricultura se empeña hoy en enrumbar de manera especial el programa de la silvicultura, ajustada a las necesidades concretas de los distintos territorios, sin descuidar las demandas de la industria.
Cuidar los bosques y prevenir incendios
Es importante resaltar que los incendios constituyen uno de los incidentes más perjudiciales para la salud de nuestros bosques.
Esos eventos tienen lugar por la combinación de los intensos períodos de sequía, las elevadas temperaturas, la baja humedad relativa y los fuertes vientos.
Según un informe del Cuerpo de Guardabosques, publicado recientemente en la prensa nacional, entre las principales causas de incendios en Cuba se encuentran las quemas sin protección, el tránsito de vehículos, el uso de maquinarias agrícolas y forestales sin matachispas, la indolencia de cazadores y pescadores furtivos, y los fumadores irresponsables.
Si bien la mayoría de los incendios en nuestro país suelen ocurrir de enero a mayo, hay reportes durante todo el año, por lo que deben extremarse siempre la prevención y el cuidado.