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Regresamos nuevamente a las páginas de la Revista Semanal para acercarlo a usted al surgimiento del nombre de algunos países africanos.

Iniciamos con Ghana, nación que recuperaría su identificación luego de su independencia del antiguo Reino de África Occidental, cuando era conocida como Costa de Oro.

Actualmente, en la multicultural y multirracial Sudáfrica, también se han realizado peticiones para que se desprenda del legado colonial de su nombre, cambiándolo a Azania, denominación que no tiene origen africano, pero que usaron los exploradores griegos del siglo I para referirse al sur de África.

La etimología del nombre Ruanda se deriva de la antigua raíz bantú Kwanda, que significa expandirse o extenderse, mientras que Tanzania se creó de la fusión de los nombres Tanganica y Zanzíbar, entidades que se unieron para formar el país.

Chad debe su nombre a un lago

En este acercamiento la origen del nombre de algunas naciones africanas, continuamos con República del Congo, país cuya denominación proviene de Bakongo, el pueblo bantú que lo habita desde hace miles de años.

Angola, por su parte, debe su identificación a una derivación de la palabra bantú Ngola, que hace referencia al título de los jefes del Reino de Ndongo que existió cuando los portugueses se establecieron en Luanda.

Egipto fue llamado Aigyptos por los griegos, quienes lo consideraban la tierra de los misterios; sin embargo, su nombre original era Kemet, que significa tierra negra, en referencia al suelo fértil del Valle del Nilo.

Y por último, Chad recibe su denominación del Lago Chad, el segundo más grande de África.