La Habana, Cuba. – Desde el sexto lugar en los pasados Juegos Panamericanos, no ha quedado un comentarista deportivo o popular sin emitir criterios sobre los pasos a dar para recuperar la gloria de nuestro béisbol.
En todos hay una idea reiterativa: lo que sucede en la pelota cubana actual es resultado sistémico, marcado por variables migratorias o externas y otras también internas sobre las que Sí podemos incidir.
Lejos estamos hoy de aquellas Series Nacionales en las que el público abarrotaba los estadios con pasión y los juegos complacían desde el más alfabetizado en béisbol hasta los primerizos.
Los play de la Liga Élite que se viven por estos días prometen llenar un poco más las plazas de los cuatro equipos involucrados: Artemisa, Matanzas, Las Tunas e Industriales, aunque sabemos de sobra que otros factores sociales y económicos repercuten hoy en la asistencia de esa afición.
Borrón y cuenta nueva con más trabajo
La pelota cubana no está en crisis como muchos han señalado, pues todavía muchos jugadores formados aquí brillan en las mejores ligas profesionales del mundo.
Eso sí, vive hacia dentro un período de inestabilidad, cambios y de imperioso trabajo creativo, pues el béisbol cambia en el planeta y no son ya los tiempos en que los torneos internacionales resultaba un paseo para cualquiera de nuestras escuadras.
Es imperioso combinar actualización con la asesoría de los que hicieron historia en los pasatiempos nacionales y beber de ellos sus consejos y su entrega al terreno.
Necesitamos no solo un nuevo campeón en la Liga Élite, sino devolver la estampa de tradición, placer y cubanía que siempre ha significado este deporte. Matanzas o Las Tunas, Artemisa o Industriales. Decida usted mientras viva con pasión cada partido.