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Por: Joel García

La Habana, Cuba. – Para muchos deportistas, entrenadores y federativos, la cita olímpica de Barcelona 92 clasifica como la mejor de la pasada centuria. Por fin la familia olímpica se reunió sin mediaciones políticas.

Deportistas de 172 naciones saludaron a miles de españoles durante los 18 días que duraron los Juegos; alojamiento gratis para todos los competidores fue un atractivo jamás visto en una villa olímpica.

El encendido de la pira en el acto inaugural por medio de una flecha quedó en la memoria de muchos como espectacular, impresionante e insuperable hasta el momento.

La desintegración de la Unión Soviética provocó que en la ciudad española compitiera una delegación con el nombre Comunidad de Estados Independientes, sin embargo, el cambio de nombre no apartó a los deportistas de esos parajes del primer lugar en el medallero.

Cuba arrasó en Barcelona

Luego de dos ausencias consecutivas, pero justificadas, Cuba reapareció en los Juegos Olímpicos de Barcelona con casi 200 atletas.

El quinto lugar alcanzado en el medallero final desbarató de golpe y porrazo los vaticinios de la prensa extranjera acerca de nuestra ubicación.

El atletismo aportó dos doradas gracias a Javier Sotomayor y Maritza Martén, en tanto la lucha hizo lo mismo por intermedio de Héctor Milián y Alejandro Puerto. La judoca Odalys Revé, los multicampeones del béisbol y las Espectaculares Morenas del Caribe alzaron también su frente victoriosa.

La mitad de los títulos cubanos lo cargaron 7 boxeadores, entre ellos Félix Savón y Roberto Balado, quienes atomizaron el cuadrilátero barcelonés con la mayor cosecha de oro conquistada por un país en este tipo de torneo. Cuba arrasó y el pueblo lo disfrutó.