A René Fraga Moreno la dictadura batistiana no le dio tiempo a vestir el uniforme verde olivo, ni a escalar las serranías de la Maestra.
El joven matancero fue detenido en el amanecer del veintiuno de julio de mil novecientos cincuenta y siete y llevado al Escuadrón Cuarenta, donde lo interrogaron y sometieron a torturas; tres días después, escapó y se ocultó en el techo de una casa en la calle Laborde, pero le dispararon a mansalva y cayó abatido.
Quedó segada su corta vida entregada al Movimiento Veintiséis de Julio y a tareas relacionadas con venta de bonos y distribución de propaganda, acciones por las cuales permanecía casi clandestino.
René Fraga Moreno hizo mucho a favor de una labor social en los barrios pobres de la ciudad yumurina; en homenaje, fue despedido con una manifestación de duelo popular que no pudo impedir la soldadesca. Tenía 27 años.
Fraga no quiso trabajar para el gobierno de Batista
Cuando el joven revolucionario René Fraga Moreno se graduó de la Escuela Normal para Maestros, le ofrecieron plaza en una zona rural.
Cuentan que fue enérgico al rechazarla, pese a que le hacía falta a sus economías, y la respuesta fue tajante: “No ocuparé ningún puesto público del gobierno, mientras Batista esté en el poder”.
Entonces, continuó su labor social en el mejoramiento de las condiciones higiénicas, culturales y morales de los asentamientos pobres de Matanzas, acciones que comenzó desde su liderazgo como estudiante de segunda enseñanza.
René Fraga Moreno simultaneó estudios en la Escuela de Comercio de Matanzas y en la Escuela de Pedagogía de la Universidad de La Habana; en esa época, conoció a dirigentes de la talla de José Antonio Echevarría, Fructuoso Rodríguez, José Luis Dubroq, Marcelo Salado y Frank País.