Las Tunas, Cuba. – La escuela especial Luis Augusto Turcios Lima, de Las Tunas, atiende a niños con discapacidad intelectual, con el precedente de premios en concursos, y resultados en el aprendizaje y la preparación laboral intensiva.
El director Rafael Enrique Clara Machado expresó la satisfacción de contar con el Consejo de Dirección completo y la cobertura docente necesaria para una matrícula de casi 180 educandos.
Próximo a los 40 años de labor, lleva más de una década al frente de la institución, en cuyas acciones del perfeccionamiento está el trabajo en la comunidad y el incremento de proyectos que aportaron resultados en el pasado calendario.
En el claustro de la escuela especial Luis Augusto Turcios Lima, de Las Tunas, se incluye la experimentada sicopedagoga, Georja Torres Cruz, con 11 años como jubilada reincorporada.
Un fuerte reto para los docentes
La sicopedagoga Georja Torres Cruz considera el incremento de alumnos con trastorno del espectro autista como un reto fuerte, que nunca antes tuvo la escuela escuela especial Luis Augusto Turcios Lima, de Las Tunas.
Comentó que estos niños generalmente no se adaptan a la escuela primaria por contar con una mayor matrícula en las aulas; pero varios maestros de la enseñanza especial están preparados para brindarles una mejor atención.
Durante la primera semana del nuevo curso escolar, Georja manifestó sentirse contenta porque desde el cuarto día, la mayoría de los niños se quedaron en el aula sin sus padres, quienes después los recogieron más temprano.
Las primeras jornadas se dedicaron a la familiarización mediante el juego, por ser lo que más hacen; pero la segunda semana comenzarán el uso del material de estudio, con los lápices, libretas y libros.
Paciencia y amor
La sicopedagoga Georja Torres Cruz, de la escuela tunera Luis Augusto Turcios Lima, resalta que lo fundamental es que los niños se sienten bien y asistan todos los días, aunque a algunos les cueste separarse de la familia.
Esta educadora insiste en el fuerte reto del curso, pero se imponen sus 52 años de experiencia, en la primaria, el círculo infantil, y el mayor tiempo en la enseñanza especial, con tres décadas como directora.
A Georja Torres le gusta escuchar a los jóvenes con sus conocimientos y aportar los saberes propios, ante las exigencias de prepararse todos los días para atender las necesidades educativas de cada estudiante.
Es un trabajo de mucha paciencia y amor, enfatiza; no puedes ver la actitud de un niño como algo negativo o como una falta de respeto, debes educarlo según los requerimientos de la escuela especial.