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Los avances de Cuba en la ciencia y la tecnología se deben al empeño del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz  por el desarrollo, crecimiento y avances de esas esferas.

Su interés por el descubrimiento, el aprendizaje y el conocimiento de la naturaleza en sus diversas expresiones, lo forjó como Hombre de Ciencia.

Desde los inicios de la Revolución, el Comandante supo que la sociedad deseada no sería posible sin el desarrollo científico-técnico que sustentara los cambios económicos, sociales y culturales que incidirían en la transformación de nuestro país.  

Fidel concretó su pensamiento en muchas acciones, entre ellas,  la edición de libros científico-técnicos; la formación de miles de científicos; la construcción de una institucionalidad para la ciencia; la creación de centros en todo el país, y muchas otras iniciativas, que contaron con su impulso, diseño estratégico y presencia fundacional.

Por un futuro de ciencias

El líder histórico de la Revolución cubana impulsó el desarrollo del sector de la biotecnología, iniciándose una nueva etapa en la ciencia cubana.

A partir del año 1981 con la creación del Frente Biológico comenzaron a acumularse experiencias y resultados positivos. Cuba se inició en la producción de interferones, lo que permitió situar a nuestro país entre los primeros del mundo en ese tipo de producción.

En 1986 se logró una nueva tecnología, la vacuna contra la Meningitis Meningocóccica, única efectiva en el mundo en ese momento.

Cuando Cuba estaba sumergida en otras urgencias de carácter económico y social entre 1991, y 1992, bajo la directa conducción de Fidel se creó el Polo Científico del oeste de la capital dedicado a la biotecnología e industria farmacéutica.