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Por: Miguel Alejandro García

Los cubanos de antaño recuerdan el jabón Candado, una de las marcas más populares del pasado siglo en la Isla. Si era usted una persona con suerte, el producto le permitía lavar bien la ropa y hasta ganar una casa.

Como parte de una de las campañas publicitarias más astutas del jabón Candado, la compañía Crusellas, propietaria de la marca, ocultó al azar en el interior del producto una cápsula que servía como comprobante para reclamar una vivienda de premio.

El sorteo benefició a muchos cubanos por el precio de un jabón, que en la década del 20 costaba unos centavos.

Las casas del premio eran del estilo Renacimiento Colonial Español. Se vendían como un kit de casa ordenado por correo a través de un catálogo de empresas como Sears Roebuck and Co.

Pioneras en el uso de la energía solar

La lotería de casas se realizó en Cuba por unos 20 años, y durante ese período, al construir la vivienda, se colocaba a relieve, en la fachada, la etiqueta Villa Jabón Candado, una frase que hasta el día de hoy se conserva en muchos inmuebles de la Isla.

Así puede leerse en la propiedad ubicada en la intersección de la avenida 41 y calle 50, en el capitalino municipio de Playa. Estas villas fueron las primeras casas en América en utilizar la energía solar como método para calentar agua.

El proceso se lograba a través de un complejo sistema de tuberías que formaban una especie de encrucijada en los techos.

El agua potable era calentada por el fuerte sol y luego volvía a descender a la casa con una temperatura más confortable.

Marketing de hormigón

A diferencia de los comerciales televisivos o la publicidad en papel, las Villas Jabón Candado eran marketing de hormigón, pensado para estar a la vista de todos mientras la edificación permaneciera.

La empresa construyó casas alrededor de casi toda Cuba. Otras marcas comerciales de renombre también sortearon casas a cubanos con buena fortuna, como el café Pilón, que construyó residencias todavía intactas en el habanero municipio de La Lisa.

En medio de su época de esplendor, los responsables de jabón Candado llegaron a asociarse con el marcas como Colgate y Palmolive, incursionando también en la distribución de pasta dental, nuevos artículos de tocador y detergentes.

La fábrica de la empresa se ubicó en la Calzada de Buenos Aires, en La Habana, y empleó a cerca de 850 trabajadores.