La Habana, Cuba. – Maceo y Che, dos próceres que compartieron el 14 de junio como fecha de sus natalicios, adoptaron también desde épocas distintas un ideal común: la causa revolucionaria y latinoamericanista.
El Titán de Bronce, hijo de léon y de leona, con tanta fuerza en la mente como el brazo, el cubano más conocido en América Latina en la segunda mitad del siglo XIX.
El Guerrillero Heroico, el joven que, padeciendo un asma severa, conquistó a Cuba y el mundo con su energía indomable, como modelo del líder que no se separa jamás de la muchedumbre.
Dos héroes cuyo pensamiento trasciende hasta nuestros días, cuando los países de América Latina y El Caribe se levantan juntos contra la injusticia y el diseño hegemónico de Estados Unidos.
Dos estrellas que iluminan la Patria Grande
Al igual que Maceo y Che, nuestra América da continuidad a esa gran batalla por la paz y la independencia.
Recientemente, en la Cumbre de los Pueblos, contrapartida de la antidemocrática y excluyente Cumbre de las Américas, retumbó en proceso asambleario de discusión el tratamiento de problemas reales y acuciantes de nuestras realidades americanas, principalmente el bloqueo contra Cuba y la injerencia del imperio.
Con la misma fuerza que lo hicieron el Titán de Bronce y el Guerrillero Heroico, en tiempos distantes, la lucha sigue siendo por un mundo más justo y equitativo.
En la vida y el pensamiento de Maceo y Che están los más sagrados valores por los que luchamos hoy. En el aniversario de sus natalicios, el mejor homenaje será, como lo concibieron ellos, clamar por la unidad aferrados a la defensa del terruño, que hoy es la Patria Grande Latinoamericana.