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La Habana, Cuba. – Dos años estuvo Avelina Correa de Malvehy buscando trabajo como redactora, hasta que en 1901 le abrió las puertas el diario El Mundo.

Se convirtió en la primera mujer periodista cubana en cobrar salario, pues sus antecesoras lo hacían a manera de colaboración, laboró durante 10 años bajo la dirección de José Manuel Govín y Antonio Herrera y junto a consagrados como Alfredo Martín Morales, Manuel Márquez Sterling, Álvaro de la Iglesia y Miguel González.

Además de en El Mundo, donde inició la sección de modas, trabajó en la revista Bohemia desde su fundación; en un campo en absoluto machista e intolerante ante la presencia de mujeres en las redacciones, esta bayamesa rompió barreras.

Avelina Correa de Malvehy, la adelantada de su tiempo, falleció en La Habana, el 2 de marzo de 1927; tenía 52 años.

Impresiones filipinas

Avelina Correa, casada primero con Alfonso Cao Rebolledo, vivió en mayo de 1898, la asonada de Santo Tomás sufrió cuando atacaron al matrimonio, asesinaron al esposo y la hirieron de gravedad.

Como en novela, la creyeron muerta y recuperó el sentido en el cementerio, casi al enterrarla; ante el episodio, el cabecilla de la revuelta la perdonó y tomó prisionera.

Del suceso, un año de cárcel en ese país y del paso por España, nació su único libro, Impresiones Filipinas. Páginas de una prisionera cubana, concluido en La Habana, editado por la Imprenta de P. Fernández y Compañía y publicado en 1908.

En el texto, Avelina Correa expresa sobre el periodismo: Para poder escribir para el público no basta la teoría, es necesaria la práctica; esto es, ver, experimentar, estudiar sobre el terreno, formarse un criterio propio, y después, escribir.