Cuando era pequeño acompañaba a su abuelo a la hora de escuchar la información meteorológica en los medios de comunicación nacional. Luego, intentaban predecir juntos el estado del tiempo a corto plazo. Esas experiencias constituyen las primeras incursiones del joven Osniel Armas Forteza en la maravillosa ciencia que constituye la meteorología.

Confiesa que siempre le llamaron la atención los fenómenos que ocurren en la atmósfera, particularmente los extremos: tornados, granizadas, y por supuesto, los ciclones tropicales.

Contemplarlos y experimentar directamente sus efectos contribuyó a incrementar mi interés por la meteorología, asegura Osniel, quien añade que también influyó el haber crecido en una zona rural, hijo de una familia campesina, que depende de las condiciones meteorológicas para planificar las actividades agrícolas.

Hoy, el joven Especialista Superior en Meteorología se desempeña en el Centro de Pronósticos del Tiempo, donde tiene la responsabilidad de confeccionar los pronósticos extendidos para 5 y 10 días, el análisis de los mapas sinópticos y con estos, la redacción del documento Estado General del Tiempo, que no es más que el diagnóstico de la situación meteorológica imperante.

También elabora informes y pronósticos especializados para empresas y organismos del Estado, y colabora en el pronóstico para las próximas 24 horas.

En constante superación, actualmente Osniel participa en el proyecto “Sistema de predicción a muy corto plazo basado en un modelo de alta resolución y asimilación de datos II”.

Este proyecto contribuye con el perfeccionamiento del Sistema de Pronóstico Inmediato (SisPI) que utiliza el modelo numérico de Investigación y Pronóstico del Tiempo (WRF, por sus siglas en inglés), a partir de la asimilación de datos de las estaciones meteorológicas, radar y satélite, explica el joven meteorólogo.

Añade que a través del proyecto se han elaborado nuevos productos y se ha mejorado otros ya existentes, proporcionando una mayor y más precisa información cuantitativa y cualitativa del comportamiento de las variables e índices meteorológicos a corto plazo.

También ha permitido profundizar en la investigación de fenómenos meteorológicos extremos, como las lluvias intensas y las Tormentas Locales Severas (TLS), incluyendo el tornado que afectó a La Habana el 27 de enero de 2019.

Osniel se siente útil para el país. Sabe que su trabajo contribuye a planificar y ejecutar las diferentes actividades que se desarrollan en la agricultura, uno de los principales sectores de la economía nacional.

El pronóstico del tiempo también repercute en la obtención de mejores rendimientos en las producciones y evita el uso innecesario de costosos insumos, señala.

Asimismo, precisa, otras actividades asociadas con el turismo, la construcción, la pesca, el transporte y la generación de electricidad, dependen en gran medida de las condiciones meteorológicas actuales y futuras.

Todo ello, sin obviar la importancia que cobra el pronóstico del tiempo ante la posible afectación de un ciclón tropical, la ocurrencia de inundaciones costeras o de algún otro fenómeno peligroso, evitando la pérdida de vidas humanas y de recursos materiales.

En esos casos, puntualiza el joven meteorólogo, el trabajo de los pronosticadores ayuda a la toma oportuna de decisiones por parte del Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil y de los Órganos de la Seguridad del Estado.

Este 23 de marzo, cuando se celebra el Día Mundial de la Meteorología, Osniel Armas Forteza apela a sus recuerdos y sonríe. Los sueños y juegos de su infancia se materializan día a día; la admiración de aquel niño es hoy una consagración profesional.