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La Habana, Cuba. – El pasado domingo los protagonistas de la farsa de San Isidro, realizaron una nueva provocación, esta vez en plena calle, allí mismo en ese barrio. En las redes sociales han circulado transmisiones directas realizadas por ellos mismos, que hablan por sí solas y los medios dependientes, tan dependientes como es habitual, lo contaron hasta el agobio, porque eso sí lo deben contar. Como no les fue posible hacer aquel domingo la fiesta para los niños, aquella en la que los manipularían como les expliqué.

Decidieron salir a la calle a cantar, arengaron a los que se congregaron allí, se gritaron frases ofensivas, se quitaron los nasobucos, ante el actuar de la autoridad por la violación de las medidas sanitarias de una persona, uno de los farsantes desafió a los oficiales, se produjo un altercado, y por ahí siguieron. Esto les sirvió para que argumentar que el pueblo los defiende, que la Policía los ataca. Desafiaron una y otra vez a las autoridades, se sintieron dueños y señores del momento, mientras un grupo de curiosos los miraban, los filmaban, otro número más pequeño cantaba o bailaba, eso cargaba a los monitores de más valentía, y trataban de sumar a más personas, para ver como terminaría aquello, lógicamente, buscando que se produjera un enfrentamiento. Me voy a detener en un solo detalle.

Orlando Escalante Vázquez, 67 años de edad, participó en la provocación de los impresentables. Aquí lo ven. Orlando se expresó libremente, y si alguna autoridad interfería y ponía fin al show, entonces ya saben quién pondría el papel del malo. Lo que ustedes no imaginan, y nos cuentan que sí sabían perfectamente los protagonistas del patético espectáculo, es que la esposa y dos de las nietas de Orlando, dos niñas una de 3 y otra de 7 años, llevaban varios días ingresadas, positivas las 3 a la COVID-19. Ese domingo de jolgorio, recordemos que ocurría en la Habana Vieja, se reportaron miren.

¿Y si les digo que, entre esos números, contamos con la presencia del paciente positivo Orlando Escalante Vázquez? Que el resultado de su PCR se le informó unas horas después de la fiesta, y que claro, no lo tomó tanto por sorpresa, si ya sabemos que su esposa y 2 de sus nietas estaban ingresadas positivas y él estaba esperando como contacto directo, aun así, consciente acudió para sumarse a los provocadores.  Y aunque parezca que cambio ahora de tema, las diferencias entre unos y otros, a veces son muy sutiles.

El otro pequeño grupúsculo autodenominado 27N los reyes de la secretividad, están organizando otra secreta reunión para mañana 9 de abril. Han extremado sus medidas de seguridad anti Noticiero, no obstante, les digo que en su agenda para mañana el punto principal a debatir son las acciones urgentes que deben realizar para ganar la emulación contrarrevolucionaria, el Movimiento San Isidro se nos ha ido delante opinan ellos. Los participantes han reenfocado sus estudios, que andaban por la Constitución hacia los medios de lucha no violenta, ahora estudian, algo sobre lo que ya aquí hemos hablado varias veces, andan estudiando los sindicatos de Polonia, las Revoluciones de Colores, la Revolución de Terciopelo de 1989 en Checoslovaquia, la Revolución Egipcia de 2011.

Buscan trasladar esas experiencias a Cuba. Recuerden que la COVID sigue asechando, esa veintena de personas que están intentando convocar para mañana a la casa de uno ellos, allí en Centro Habana, próxima a Prado y Malecón, podrían estar violando las medidas sanitarias establecidas. Miren, en toda sociedad existen personas que viven o intentan vivir al margen de la ley, personas con amplio historial de indisciplinas y pésima conducta social, que no suelen recibir aplausos ni coro de aquellos que tienen moral y valores de verdad. No voy a repetir aquí ahora, ideas que ya están más que demostradas y sembradas en esos cubanos, que son la inmensa mayoría y que sí tienen moral y valores de verdad. No voy a tratar de convencerlos de que los de la provocación callejera son básicamente delincuentes y mercenarios. De eso ya muy poca gente tiene dudas hoy.

En el 27N, entre mercenarios unos y contrarrevolucionarios todos, se completa la nómina. En pocos días los cubanos viviremos un momento verdaderamente histórico, cuando la generación fundadora de la Revolución de paso a la nacida después de 1959. Estos mercenarios tienen la misión de provocar a toda costa, de buscar un enfrentamiento, de generar el caos, de inventar huelgas de hambre, de alterar el orden, de llevar a las autoridades a una respuesta contundente, no es que les guste la cárcel, no son tontos, es que tienen la indicación de ganársela para que automáticamente se genere toda una campaña contra Cuba, a las puertas de su más importante evento político, ese en el que asumirá las riendas de la nación la generación que creen entregará la Revolución. Jugada más que cantada.

Se que, a muchos, muchísimos revolucionarios, a mucha gente buena en este país, le arde la sangre al verlos, y exigen, una respuesta severa y acorde a lo que merecen. Confío y les pido, confiar, en aquellos órganos a los que les corresponde investigar, actuar, sancionar, yo sé que aquí todo es evidente, pero estamos en Cuba, esa Cuba a la que traicionan como mercenarios pagados, y la que, por encima de todo es humana, esa Cuba que dicen amar y en la que violan las normas más elementales de convivencia y civismo.

Esa Cuba donde, mercenarios probadamente pagados para provocar, no son desaparecidos de la faz de la Tierra, ni son sacados sus ojos, y cuando lleguen sus juicios, a pesar de todo lo que han hecho, tendrán sus derechos y garantías, pero tendrán también la sanción que legalmente corresponda, con la severidad merecida para cada uno de ellos. No tengo la menor duda de que eso ocurrirá. Pero no empañarán nuestros verdaderos propósitos con provocaciones burdas, nuestras prioridades están muy claras, y hacia ellas vamos.

Tomado de Razones de Cuba