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Santa Cruz del Sur, Camagüey. – Si algo define a la Empresa Pesquera Industrial de Santa Cruz del Sur (EPISUR), en la provincia de Camagüey, es la pasión y el sentido de pertenencia con la que su gente trabaja; gente que se enorgullece de ser pescadora y de haberlo heredado de sus padres y abuelos y transmitirlo ahora a sus hijos y nietos.

Por eso ha sido tan importante la incorporación, desde el 25 de marzo último, a la actual campaña del camarón tras dos años de afectaciones, pues se trata de una de las actividades distintivas de la entidad.

Nazario Luis Banté, director de Unidad Empresarial de Base Operaciones Pesqueras, refirió que para la captura del codiciado crustáceo tienen ocho naves -una de ellas fuera de servicio al cierre de esta información-, un ferrotaller y dos enviadas, que son las embarcaciones que trasladan la producción hacia la industria.

Explicó que previo al inicio de las operaciones tuvo lugar el debido mantenimiento, lo que incluyó la calibración de las artes de pesca y del güinche, la revisión del motor propulsor, y se realizaron lances de pruebas para las verificaciones necesarias como antesala de la salida hacia las aguas de Playa Florida, donde actualmente se localizan los mayores rendimientos del camarón marino en Camagüey.

Para tal empeño disponen de unos 90 pescadores, entre la nómina fija -unos seis por barco-, más el personal técnico y de apoyo.

Agregó Luis Banté que, teniendo en cuenta la difícil situación con el combustible y que los barcos camaroneros demandan grandes volúmenes de petróleo, optaron por transportar los niveles capturados desde Playa Florida hasta EPISUR por carretera, lo que permite ahorrar unos 500 litros diarios cuando se hacen esos viajes.

Colosal es el reto que tiene ante sí la flota camaronera santacruceña en medio de las actuales limitaciones con un plan este año de 153 toneladas, según informó Daniel Marcos Martín, director de Regulación y Control Productivo.

Sin embargo, estos hombres curtidos por el sol y el salitre saben sacar provecho a sus habilidades y al tiempo en altamar.

A bordo del Camaronero 7

Tras más de dos años de reparaciones en la provincia de Cienfuegos, el Camaronero 7 es de los barcos que “vuelve al ruedo” en EPISUR para la captura del camarón en esta campaña y ahora lo hace con mejores condiciones estructurales.

Basta tener delante a Edey David Cárdenas Morfa o Kiki -como él mismo aclara-, para cerciorarse de que tiene muy bien ganado su puesto de patrón, avalado por una trayectoria laboral de 35 años en los quehaceres marinos y una vocación que le viene desde la cuna:

“Esta es mi vida. Yo nací para esto y heredé el amor por el mar y todo lo que sé de mi padre. Aquí somos como una familia, nos llevamos muy bien y todo lo compartimos y lo conversamos hasta con mi hermano que es el cocinero de la tripulación”.

 

Con solo sonar la campana, ubicada encima del güinche, el guía de la embarcación establece un código con los suyos, los cuales ejecutan sus indicaciones para el lance de las artes de pesca y entrar en acción, según pudo comprobarse en la última prueba, realizada por el día el jueves pasado, porque la captura del camarón marino tiene lugar en horario nocturno.

 

De lo anterior dan fe Carlos Cañamero Tiá y Rafael Leyva  Mendoza (El Indio), dos de los integrantes del Camaronero 7, quienes al igual que su patrón son pescadores ciento por ciento, sin importar que ello implique restarle horas al sueño y 14 días seguidos lejos de casa.

Jovial y de gran estatura, como un gigante protector, Edey enfatiza en la responsabilidad de cumplir su labor con calidad y, sobre todo, de cuidar a su grupo de trabajo:

«Es mi deber asegurar la buena pesca, pero en primer lugar velar porque mis hombres regresen a puerto seguro junto a sus familias”.

Justo en su cabina Edey agrega que desde allí suele escuchar el tic tac de Radio Reloj y a otras emisoras cubanas, y expresa que aunque este año se incorporó tardíamente a la campaña camaronera tratará de aportar todo lo posible a ese renglón exportable, tan importante para la economía del país.

Antes de la despedida con toda certeza añadió: “El año que viene seremos los primeros”.