La costa occidental de América del Sur prosperó bajo un enorme imperio Inca entre los siglos XV y XVI. A su altura se podía comparar a los Inca con la antigua sociedad romana.  Los éxitos logrados  por estos les ayudaron a dominar una zona enorme de América del Sur, donde construyeron caminos entre el reino de Ecuador hasta la frontera de Argentina y Chile, creando de ese modo un extenso sistema de comunicación.

A lo largo de cada camino había mensajeros o chanquis para llevar mensajes de un lado al otro. El gobierno de los Inca se caracterizaba por poseer una gran organización y eficiencia. Y a pesar de que estos no poseían un sistema de escritura, si tenían un complejo método de cuentas y archivo llamado QUIPU, para grabar datos usando cordones con nudos.

Los incas y su ciudad mística

En la historia de la creación de los Inca, la piedra fue un elemento muy importante, en ella vivía el espíritu o poder que tenía la capacidad de convertirse en hombre o viceversa.

Los Inca adoraban y apreciaban más la propia sustancia de la piedra, que lo que se podría construir con ellas. Ese respeto dio lugar a su dominio, la superficie era tallada lisa y sin ángulos rectos para simular que era un ser vivo. Este detalle se puede apreciar en Machu Picchu, la ciudad perdida de los Incas, situada encima de una montaña de 8.000 pies de altura, motivo por el cual los conquistadores españoles nunca la encontraron.

Machu Picchu se considerada una obra maestra de la arquitectura y la ingeniería. Sus atípicas características, paisajística y el velo de misterio que ha tejido a su alrededor la han convertido en uno de los destinos turísticos más populares del planeta.