Mayabeque, Cuba.- Remotorizada en el año 2000, no quiere decir que la combinada KTP-M de la Unidad Básica de Producción Cooperativa (UBPC) José Estrada, del municipio de Melena del Sur, en Mayabeque tenga quejas de su mayor apasionado, el operador Rolando Valdés García.

Quien note las manos de este trabajador verá que tampoco se ausentan de la grasa constante, un pedazo de trapo, un pomo con agua fresca y muchas ganas para que chirríen los rodillos que hacen mover la caña por la estera hasta el camión.

Así es la vida de este mayabequense, uno de los que sufren la ausencia física del central Gregorio Arlee Mañalich ya que en pleno corte, siempre aseguraba el millón y hasta casi dos de toneladas de la gramínea cortada en cada zafra, pero en la actualidad, se ajusta a la situación de los centrales o la transportación para ellos en la provincia, aunque este año han cortado más que en los primeros cinco calendarios del joven territorio, pero su esperanza queda revertida en el coloso, Héctor Molina Riaño.

Esbelta y sin tregua su máquina de 17 zafras siempre está dispuesta a enfrentarse con cualquier escuadrón de la dulce y delgada pieza natural.

La cuida porque por 36 años ha adquirido la experiencia en el oficio; esa que no es otra más importante, que una maquinaria, reina de un pelotón y que le detiene la mirada a cualquier transeúnte.

Su vida está ahí, latente y se revoluciona más cuando los motores propulsan, la gente saluda, se cumple la norma, llega la merienda, se llenan los vikingos y vuelven otros y más acontecimientos para hacer real, el corazón de una combinada.