El programa del Médico y la Enfermera de la Familia, que cumple hoy 35 años de fundado por el Comandante en Jefe Fidel Castro, es determinante en el mejoramiento del estado de salud de nuestro pueblo .
Sin dudas, el programa permite exhibir indicadores como la tasa de mortalidad infantil más baja de la historia con la que Cuba cerró el año: 4 por cada mil nacidos vivos, y la elevación de la esperanza de vida al nacer.
El 4 de enero de 1984 se inició en el policlínico de Lawton, en el municipio capitalino de 10 de octubre, el modelo cubano de medicina familiar para mejorar el estado de salud de la población mediante acciones integrales dirigidas al individuo, la familia, y el medio ambiente en su vinculación estrecha con la comunidad.
La experiencia se extendió rápido al resto del país.
Fortalezas y retos
La dispensarizaciòn, el análisis de la situación sanitaria con participación comunitaria e intersectorial, el ingreso en el hogar y la atención a personas en estado terminal distinguen al modelo de medicina familiar cubano, junto a acciones de promoción de salud, prevención de enfermedades y rehabilitación.
En la atención primaria se puede resolver el 70 por ciento de los problemas de salud.
El vicepresidente cubano Roberto Morales elogió recientemente que es estimulante y alentador lo que se hace, pero necesitamos que cada familia tenga seguridad de que su médico y enfermera solucionarán la situación o lo conducirán dentro del sistema.
No hay razón para que haya un consultorio que no tenga esos profesionales, dijo el Ministro de Salud José Ángel Portal. Debemos rescatar los conceptos fundacionales del programa; en ese empeño contamos con talento humano muy especializado y competente.