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Como anunció por estos días en el Parlamento el Presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez, el Producto Interno Bruto cubano tuvo un discreto crecimiento del 1.1 por ciento al cierre del primer semestre, cuando continuó tensa la situación con la disponibilidad de divisas.

El resultado -y así lo valoró- no deja de ser alentador en medio de tantos factores adversos, como el incumplimiento de los ingresos por exportaciones, el turismo y la producción azucarera, además de los efectos dañinos de los últimos eventos meteorológicos.

Con vistas a los próximos 6 meses se impone multiplicar esfuerzos, apelando al máximo aprovechamiento y uso eficiente de los recursos.

Abordar de esa manera la coyuntura que se nos presenta, permitirá, desde ahora, sentar los fundamentos para lograr en 2019 un Plan de la Economía objetivo, realista y sustentable.