En una entrevista con medios de comunicación franceses publicada hoy, el presidente de Siria, Bashar al Assad, denunció el apoyo brindado por varias naciones occidentales, incluido el país galo, a los grupos terroristas que actúan en su país.

Durante el diálogo, el mandatario señaló que tras la liberación de Alepo del control del Estado Islámico, no se puede hablar del fin de la guerra por una razón simple y sencilla: los terroristas siguen teniendo el apoyo de numerosos países occidentales en la región.

Al Assad resaltó, por el contrario, la importancia del apoyo de Rusia en el combate contra los grupos extremistas y el respeto de Moscú a la soberanía siria.

En otro momento de la entrevista, el presidente de la nación árabe rechazó las acusaciones de la organización Amnistía Internacional acerca de las supuestas ejecuciones y torturas que se llevan a cabo en una cárcel de Siria.