Lima, Perú. – El Gobierno de la presidenta peruana, Dina Boluarte, se mantiene bajo un constante asedio de protestas sociales, reclamos y presiones para que renuncie, a lo cual se sumó esta semana la de un ministro.
Las protestas y marchas populares abarcan centenares de puntos de bloqueos de carreteras que aíslan regiones sureñas como Puno, Cusco, Cajamarca y Arequipa, esta última considerada la segunda ciudad de Perú, además se espera que no cesen las actividades de rechazo.
La noche anterior la Presidenta pidió perdón por las más de 40 muertes durante las protestas, pero señaló que no dejará de imponer el orden mediante operaciones policiales.
Dentro de las exigencias del pueblo de que detengan la brutal represión está el reclamo principal de la renuncia de Boluarte, pedido que gana respaldo y que plantean, incluso, las organizaciones de derechos humanos, y otras organizaciones.