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La Feria es un motor que mueve conciencia, interés y deseos de cultivarnos. Foto: Cubadebate

La Habana, Cuba.- Cuando se abrió el portón de la Fortaleza de San Carlos de La Cabaña en La Habana, quedó a disposición de todos la oportunidad de disfrutar de la 26 Feria Internacional del Libro de La Habana, un hermoso árbol que ha dado inmensos frutos en conocimientos, habilidades y un rico abanico de cultura cubana y universal.

Escritores y público se funden en una hermosa amalgama poco vista en otras ferias internacionales.Los asistentes disfrutan de charlas, encuentros de autores y personalidades, conversatorios y presentaciones de libros, entre otras actividades, en las cuales intercambian con narradores y artistas.

Por estos días La Habana se convierte en capital de la lectura con libros para todas las preferencias e intereses, adonde llegan visitantes ilustres de varias regiones, entre ellas América Latina y el Caribe.

Por una cultura sólida y enriquecedora

La Feria del Libro significa el placer de conocer y profundizar en obras literarias y autores de Cuba y otras naciones. Es la gran escuela anual que ofrece clases magistrales y un conocimiento inolvidable del panorama literario-cultural de todo el planeta.

Tres meses bastan (concluye en abril en el país en Santiago de Cuba) para hacer efectivas las ansias de saber y adquirir información de esa inagotable savia de nuestra identidad.

Con sus múltiples sedes, la Feria es un motor que mueve conciencia, interés y deseos de cultivarnos para ser ese Hombre culto y capaz de asimilar mucho conocimiento, como nos enseñara Fidel, lector ejemplar, para entregarlo a la hermosa obra que entre todos forjamos y se llama Revolución.