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La Habana, Cuba. – Altamente costosa en cualquier lugar del mundo, la enseñanza artística en Cuba se aprecia como una de las conquistas de la Revolución desde la década de 1960, cuando se estableció en la habanera zona de Cubanacán.

Seis décadas después, el principio sigue siendo el mismo ante el surgimiento de noveles talentos en cualquier rincón del país, con todas las posibilidades para acceder en igualdad de condiciones y de manera gratis a una escuela de arte.

La enseñanza artística requiere materiales y logística individuales, incluidos los recursos gastables para el aprendizaje de cada especialidad, cuya realidad duplica los costos al simultanear con la educación básica del alumno en un año académico.

Cálculos del Centro Nacional de Escuelas de Arte estiman que el costo de un año académico en cualquier especialidad, por alumno, puede rondar de 15 mil a 16 mil dólares.

Limitaciones evidentes

El inhumano y extraterritorial bloqueo financiero, económico y comercial impuesto por el gobierno estadounidense contra Cuba, repercute en el sector de la Cultura e incide directamente en las escuelas de arte.

Como consecuencia del bloqueo, las limitaciones en la adquisición de instrumentos musicales, insumos para las artes plásticas como óleos, acrílicos, pinceles y cartulinas; zapatillas y vestuarios para los estudiantes de ballet y danza, han sido una constante.

La guerra económica contra la Isla también se evidencia en la compra de libros de lectura musical, cuadernos de hojas pautadas y cuerdas para diversos instrumentos que se adquieren a altos precios en el mercado internacional.

A pesar de las carencias, semejante disyuntiva no ha frenado el desarrollo de los planes y programas de estudio en los 38 centros de enseñanza artística con que cuenta nuestro país.