La Habana, Cuba. – Arribar al aniversario 63 del triunfo de la Revolución para los cubanos es más que una satisfacción: es regocijo, consagración y compromiso.
Es imposible enumerar los logros de la Revolución en todos los frentes. Nuestro proceso revolucionario abarcó más que el programa del Moncada, abordó, asimismo, la proyección de cada obra necesaria en los distintos momentos que la sociedad exigía.
Eso demuestra la permanente vinculación de Fidel con el pueblo al que acudió siempre para ver lo que era urgente y preciso construir.
Si los distintos desgobiernos cubanos ignoraron las necesidades del pueblo y solamente se ocuparon de engordar sus riquezas personales y disfrutar todo lo que robaban, incluyendo cuentas financieras en naciones extranjeras, el poder revolucionario se desvivió por dar a cada cual lo que necesitaba.
A pesar de los pesares, Cuba va
La Revolución cubana ha tenido que luchar siempre, desde el mismo triunfo en 1959, contra la hostilidad imperialista: agresiones, bloqueos, tergiversaciones y todo tipo de artilugio y atrocidad contra los cubanos.
Independientemente de que hemos sido capaces de derrotar todas esas canalladas, no es menos cierto que, sobre todo el bloqueo, constituye el principal obstáculo para nuestro desarrollo y trae como consecuencia el descontento y el desgaste familiar en la solución de necesidades básicas.
No obstante, los cubanos seguiremos defendiendo la Revolución con el legado martiano y fidelista; y con mucha satisfacción y optimismo celebramos el aniversario 63 de su triunfo.
Nada nos amilana y, como dijo el poeta: Cuba Va.